- El inspector Jesús Vicente Galán negó ayer ante el juez haber recibido o dado la orden de vigilar a Luis Bárcenas, si bien señaló que el exjefe de Asuntos Internos Marcelino Martín Blas le pidió en julio de 2013 seguir a un coche por una zona en la que vivía el extesorero del PP.

El magistrado de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón retomó ayer el juicio del caso Kitchen, sobre la presunta operación parapolicial de espionaje a Luis Bárcenas, con la declaración como imputado de quien fuese jefe de la sección de vigilancias de la Unidad de Asuntos Internos de la Policía.

Fuentes jurídicas presentes en la comparecencia informaron de que el inspector ha mantenido la misma versión que ya aportó el pasado 23 de noviembre, cuando declaró como testigo ante el juez antes de que éste le cambiase su condición por imputado a petición de la Fiscalía.

El inspector reiteró así que en verano de 2013 el comisario Marcelino Martín Blas le dio la orden de seguir a un Citroën C4 negro entre las calles Hermosilla, Padilla y del General Diaz Porlier, en el distrito de Salamanca de Madrid, y le advirtió de que por esa zona vivía Luis Bárcenas, pero ni le dijo la finalidad del dispositivo ni él preguntó.

Pero la orden, según su versión, no consistía en seguir al extesorero del PP, sino que en acudir a esas calles y esperar a que llegase el coche, y eso fue lo que le encargó a un subordinado.

Jesús Vicente Galán, que aseguró que solo cumplió órdenes, no precisó si levantó acta del operativo de vigilancia en torno al cual se ha centrado su declaración, y señaló que no recibió ninguna orden del exdirector adjunto operativo de la Policía Eugenio Pino, sino de Martín Blas, su superior.

Precisamente el siguiente en declarar será el propio Martín Blas, citado el jueves en calidad de imputado y quien ya ha negado en otras ocasiones que diese ninguna orden de seguir a Bárcenas.