- La defensa de la libertad de opinión tras la condena contra el rapero Pablo Hasél ha abierto una nueva disputa en el Gobierno español. Al enfrentamiento entre Unidas Podemos y el Ministerio de Justicia socialista a cuenta de la reforma de los delitos de opinión hay que sumarle ahora una cuestión de tiempos y ritmos: los de Pablo Iglesias creen que esta reforma llegaría demasiado tarde para Hasél, ya encarcelado, y van a pedir al Ministerio que lo indulte. Este debate viene espoleado también por los comunes desde Catalunya, y la alcaldesa de Barcelona Ada Colau insistió ayer en conceder la gracia al cantante, que finalmente fue detenido en la mañana del martes por los Mossos d’Esquadra sin grandes dificultades pese a las barricadas de los estudiantes en la Universidad de Lleida, donde se había encerrado el acusado. Colau pidió a Sánchez que se comprometa en público a indultarlo por la vía de urgencia.

Unidas Podemos anunció ayer su petición para que Hasél no tenga que cumplir su condena por injurias a la monarquía y enaltecimiento del terrorismo. El presidente del grupo parlamentario, Jaume Asens, dijo que la propuesta va en consonancia con la derogación de los delitos de opinión. Asens explicó que, si llega a buen puerto la reforma para que no entren en la cárcel artistas o raperos por sus obras, debería actuarse antes con un indulto para evitar un agravio comparativo con Hasél, ya en la cárcel.

Unidas Podemos trata de liderar este debate frente al PSOE y zanjó que “no hay mayor injusticia” que la “justicia que llega tarde”. El debate sobre Hasél se suma al posible indulto a los presos soberanistas. El Consejo de Ministros tiene la última palabra sobre el indulto. Preguntado sobre si los miembros de Unidas Podemos deben abstenerse en este proceso al ser los impulsores de la petición, Asens lo descartó. Votarán a favor de otorgar a Hasél el indulto porque el Ejecutivo quiere despenalizar los delitos de opinión y debe adelantarse en este caso el beneficio que le otorgará la futura ley.

Decenas de agentes de los Mossos d’Esquadra entraron finalmente el martes por la mañana en la Universidad de Lleida para detener al rapero, condenado a nueve meses de prisión. Un fuerte dispositivo policial, formado por decenas de agentes de los Mossos y una veintena de furgonetas de la Brigada Móvil, se desplegó desde las 6.30 horas para proceder a la detención de Hasél, cuyo plazo para ingresar voluntariamente en prisión finalizó el pasado viernes. La vicepresidenta primera del Gobierno español, Carmen Calvo, recordó ayer que el Ministerio de Justicia trabaja para que las “reflexiones artísticas” formen parte de una “horquilla de comprensión y tolerancia” propias de una “democracia madura”. En la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Ministros, dijo que los “asuntos que se derivan de la libertad de expresión y que no conllevan riesgo en la seguridad de las personas” no deberían sufrir una “reacción que no procede en el ámbito de las libertades de una democracia”.

Por otro lado, después de que Pablo Iglesias pusiera en duda la democracia española, el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León, José Luis Concepción, dijo en el canal 8 de Burgos que “la democracia de un país se pone en solfa desde que el Partido Comunista, que es al que pertenece este señor, forma parte del Gobierno”.

Protestas en las calles. Miles de personas se manifestaron en defensa de la libertad de expreisón y contra el encarcelamiento del rapero. Además de la de Barcelona, la concentración más numerosa, hubo protestas en Girona, Sabadell, Tortosa, Lleida y en otros puntos de España como Madrid, Palma de Mallorca y Valencia. Además, los partidos independentistas con representación en el Congreso se fotografiaron juntos en la escalinata de los leones para urgir la libertad del rapero. Los portavoces parlamentarios de ERC, EH Bildu, BNG, JxCAT y la CUP posaron juntos con un cartel en el que se veía al rapero y en el que se leía la frase “Libertad para Pablo Hasel” en catalán, euskera y gallego.