La colocación de placas a las víctimas de ETA en Pamplona ha sido aprovechada para atacar al Gobierno foral y al Gobierno español en el acto celebrado este lunes en la Plaza de Toros, en el lugar donde fue asesinado el comandante del Ejército Joaquín Ímaz en 1977, la primera víctima mortal de la organización terrorista en la capital navarra.

Su hija, Carmen Ímaz, ha cerrado la intervención aludiendo a los socios de los gobiernos de Chivite y Sánchez: "Hace más de 43 años cayó asesinado por la espalda por miembros de la banda terrorista ETA, los mismos que hoy son los socios del Gobierno tanto foral como nacional. Qué pena Navarra, qué pena España, qué pena y qué vergüenza. En nuestras manos está cambiar esto, que los navarros volvamos a ser los que éramos, que recuperamos todo esto que nos están quitando, que estamos perdiendo", ha afirmado.

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Colocación de placas en recuerdo de víctimas de ETA asesinadas en Pamplona

Ninguno de los representantes socialistas, de Geroa Bai o de I-E presentes aplaudieron la intervención de la hija del militar asesinado.

Antes, habían intervenido el alcalde de Pamplona Enrique Maya y el presidente de ANVITE, José Ignacio Toca, que destacaron la iniciativa para el reconocimiento a las víctimas y como medio de dignificación.

Tras la colocación de la placa en la plaza de Toros, las autoridades se han traslado a la calle Juan de Labrit, donde murió asesinado a tiros el 8 de octubre de 1979 el policía nacional Carlos Sanz Biurrun. Por último, se ha recordado en la Bajada de Javier al joven de 13 años Alfredo Aguirre Belascoáin y al policía nacional Francisco Miguel Sánchez, que murieron el 30 de mayo de 1985 tras explotar una bomba colocada en una bolsa de basura que se depositó junto al portal del edificio.

La colocación de las placas en recuerdo a las personas asesinadas por ETA en Pamplona es una iniciativa del Ayuntamiento, que en los próximos dos meses instalará el resto en los lugares en los que se llevaron a cabo esos atentados.

ETA cometió a lo largo de su historial armado 23 atentados en Pamplona en los que murieron 27 personas. El primero fue Ímaz Martínez, que fue tiroteado cuando se dirigía a su coche aparcado en la Plaza de Toros, La última víctima fue el concejal del Ayuntamiento, Tomás Caballero Pastor, que fue asesinado a diez metros de su casa en mayo de 1998. Su placa será la última que se colocará a mediados de abril.