- Francia espera que la cumbre de hoy con España permita avanzar en una mejor gestión de la frontera común y promover la reforma de la zona Schengen, dentro de su objetivo de dar una imagen de refuerzo de la seguridad. Con el Gobierno del presidente Emmanuel Macron centrado en cuestiones de seguridad de cara a la elección presidencial del año próximo, la gestión de las fronteras se ha convertido en una estrategia política de primer orden para el Ejecutivo.

La de hoy es la primera cumbre hispano-francesa desde la que mantuvieron François Hollande y Mariano Rajoy en febrero de 2017 en Málaga, por lo que es también la primera para Macron y Pedro Sánchez. La reunión será en Montauban, cerca de Toulouse (sur de Francia), la ciudad donde está enterrado el último presidente de la II República española, Manuel Azaña. El lugar muestra la "historia común" entre los dos países, según indican fuentes de Elíseo, donde se destaca la importancia de la contribución de los 500.000 republicanos españoles exiliados en Francia tras el final de la Guerra Civil, de los que 350.000 se quedaron aquí, y cerca de 35.000 murieron combatiendo por su país de adopción en 1939-45 frente a los nazis.

Producto de esta historia común es el principal de los acuerdos concretos de esta cumbre, la firma de un convenio de doble nacionalidad, que permitirá a ciudadanos de ambos países que reúnan los requisitos tener las dos nacionalidades. Actualmente, España solo permite la doble nacionalidad con ciudadanos de Latinoamérica y Portugal, así como con sefardíes, aunque ambas administraciones reconocen que hay muchas personas que tienen los dos pasaportes de forma extraoficial. Según el Gobierno de París unas 190.000 españoles residentes en Francia y unos 150.000 franceses que viven en España podrían beneficiarse de este convenio.

Sobre la cuestión fronteriza, la cumbre tendrá lugar mientras Francia mantiene cerrados 19 pequeños pasos pirenaicos y ha intensificado los controles para evitar la llegada por la frontera de Irún de inmigrantes irregulares de origen africano. El Gobierno de París justifica el cierre de los pasos en que intenta impedir el paso a terroristas e inmigrantes indocumentados, así como para controlar mejor la pandemia.

En cambio, España ha mostrado en varias ocasiones su malestar por esta situación y confía en que de la cumbre saldrá la creación de una comisión que estudie dónde los cierres han causado problemas importantes a las poblaciones transfronterizas, de cara a su reapertura.

España también manifestó su malestar por el hecho de que Macron eligiera en noviembre el paso del Pertús, junto a La Jonquera, para anunciar desde allí la duplicación de los agentes de control de fronteras y su objetivo de reformar Schengen.

Francia considera "insuficiente" la gestión actual de Schengen, con más "responsabilidad, en particular de la protección de las fronteras exteriores", recordaron fuentes del Elíseo.

Además, París espera lograr un entendimiento con Madrid sobre el pacto de migración y asilo que se negocia en la Unión Europea para llegar con más fuerza a Bruselas.

Debido a la pandemia, el formato de la cumbre será peculiar: Macron y Sánchez se reunirán a solas, acompañados únicamente de un traductor y un asesor, en la edificio de la prefectura. En este caso, todo se hará por vídeoconferencia con 26 ministros, 13 por cada país.

La cumbre producirá acuerdos en varios sectores, especialmente en educación, con un mejor reconocimiento de títulos y experiencia profesional; interconexiones eléctricas y ferroviarias o un proyecto de unidad operacional conjunta de gendarmería franco-española o la creación de una comisión conjunta para conmemorar el 50º aniversario de la muerte de Pablo Picasso, en 2023.

Macron y Sánchez también tratarán asuntos internacionales y europeos, como las relaciones de la UE con Turquía y China, la crisis sanitaria y los planes europeos de reactivación económica, el desarrollo de la defensa europea o la cooperación con el Sahel.