A medida que se acerca la fecha límite para celebrar el pleno de investidura del nuevo president de la Generalitat, el próximo viernes 26 de marzo, cunde el nerviosismo ante la falta de movimientos por parte de la presidenta del Parlament, Laura Borràs, que no ha iniciado los contactos con los grupos para determinar si hay un candidato con mayoría suficiente y, en consecuencia, tampoco ha convocado el pleno. La dirigente de JxCat alega que hay un grupo, ERC, que todavía no se ha constituido formalmente -según elnacional.cat, ERC solventará este trámite y registrará su grupo este lunes-. Pero los empresarios catalanes urgieron ayer a Borràs a poner en marcha el proceso que desemboque en la formación de un nuevo Govern a la mayor brevedad.

Fue el presidente de la patronal Foment del Treball, Josep Sánchez Llibre, quien reclamó a Borràs la creación de un Govern “estable, solvente y fuerte” de manera urgente y que se centre en la recuperación económica. Se lo pudo comunicar en persona tras una audiencia celebrada ayer entre ambas partes enmarcada en la ronda de contactos de la presidenta con los representantes de los sectores económicos. Sánchez Llibre añadió que Borràs mostró “complicidad y compromiso” ante estas pretensiones.

Lo cierto es que ERC, JxCat y la CUP están llevando a cabo una negociación a contrarreloj para intentar alcanzar un acuerdo de cara a investir a Pere Aragonès como nuevo president de la Generalitat antes de que venza el límite para celebrar el debate de investidura. Una de las dificultades recae en que el presidente de ERC, Oriol Junqueras, y el secretario general de JxCat, Jordi Sànchez, han vuelto a prisión tras serles revocado el tercer grado y no pueden estar informados al minuto de cómo evolucionan los contactos.

A ERC, que celebrará hoy un acto para conmemorar el 90 aniversario de su fundación, le bastarían los 32 votos a favor de JxCat y la abstención de los 9 diputados de la CUP para lograr la investidura de Aragonès.

Pese a que el reglamento del Parlament fija como fecha límite el día 26, Borràs ha abierto la puerta a desplazar esa fecha. Según el diario Ara, se plantea invocar un informe de los letrados de 2018, antes de la investidura de Quim Torra, para dejar en manos de la presidencia de la Cámara la posibilidad de no proponer ningún candidato si no tiene los apoyos necesarios. El fracaso de un aspirante a la investidura se consideraba indispensable para activar -tras la primera votación fallida- la cuenta atrás de dos meses para investir a un nuevo president y, si eso no es posible, convocar nuevas elecciones. Pero, según el informe que maneja Borràs, no haría falta esa votación fallida, sino que bastaría un acto equivalente de la presidencia, que podría activar la cuenta atrás comunicando al pleno que no hay candidato con suficientes apoyos.

El líder de Cs en Catalunya, Carlos Carrizosa, dijo ayer que ve “sumas suficientes” para la investidura y advirtió de que no admitirá que Borràs “maneje el calendario posponiendo votaciones que se han de realizar” dentro del plazo legal.

Nueva legislatura. El diputado y presidente del Consejo Nacional de Esquerra Republicana, Josep Maria Jové, investigado en el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya por el 1-O, será el nuevo presidente del grupo parlamentario republicano. Según adelantó ayer elnacional.cat, Jové hará tándem en esta legislatura con la diputada y secretaria general adjunta, Marta Vilalta, como nueva portavoz. Tomará por tanto el relevo de Sergi Sabrià, presidente del grupo de ERC en el Parlament desde 2018. En julio de 2020, el tribunal desestimó los recursos de Jové y Lluís Salvadó contra su procesamiento por los preparativos del referéndum.