Un día después de su conversación telefónica con Pedro Sánchez, con quien quedó en reunirse presencialmente este mes, Pere Aragonès mostró ayer su esperanza de abrir “una etapa de negociación” con el Gobierno español e insistió en que la solución al conflicto en Catalunya pasa por la amnistía y la autodeterminación, postura que defenderá en la mesa de diálogo. A juicio del president, “es importante situar el conflicto político en un espacio de resolución política”, aunque avisó de que la solución no llegará “en dos días” tras varios años de experimentarse una situación enconada. “Hará falta mucho esfuerzo. La mejor manera de afrontarlo es ir con un amplio consenso de la ciudadanía catalana detrás”, subrayó el líder de Esquerra de cara al foro bilateral entre los dos gobiernos.

Aragonès destacó que las posiciones de ambas partes “están claras”: “Nosotros defendemos que la solución a este conflicto es el ejercicio del derecho a la autodeterminación con un referéndum sobre la independencia de Cataluña, y por otro lado la amnistía”. Más allá que desde Moncloa se esté pensando en proceder a los indultos a los presos soberanistas y a reformar el delito de sedición por el que se les condenó. El president reiteró que la “solución global” pasa por una amnistía, aunque no se opondrá “a cualquier decisión que alivie el dolor que sufren los presos”. “Nuestra propuesta es la amnistía. Si el Gobierno tiene que tomar una decisión que permita aliviar el dolor que supone la cárcel, que la tome, lo antes posible, y que sea la decisión lo más justa posible”, recalcó sobre los indultos.

Pero la derecha no se lo pondrá fácil al Gobierno de Sánchez. La diputada nacional y vicesecretaria de Política Social del PP, Ana Pastor, acusó al líder del PSOE de hacer “un autoindulto a sí mismo a cambio de permanecer en el poder” porque los políticos condenados por el procés a “los que va a indultar pertenecen a los partidos que están sustentando el Gobierno, separatistas e independentistas”. Por su parte, el diputado de Ciudadanos Edmundo Bal criticó a Sánchez porque “parece claro” que va a conceder los indultos y, a su entender, los independentistas “se están frotando las manos” porque será “un insulto” para “la dignidad de España” porque pretenden rescribir la sentencia del Supremo y la “historia democrática”. Cs sostiene que peleará con “todos los medios políticos y jurídicos” contra ello.

Pero, mientras, el Govern tiene su propia oposición en el Parlament. De hecho, el líder del PSC, el exministro Salvador Illa, presentará hoy su “Govern alternativo” en la sombra, que estará integrado por diputados del grupo parlamentario del PSC-Units, y con el que quiere erigir su proyecto como alternativa y fiscalizar al Ejecutivo de Aragonès. Illa ejercerá una oposición contundente pero constructiva, y pretende dar visibilidad a la alternativa que los socialistas quieren liderar a través de este gobierno en la sombra, inspirado en la figura británica del shadow cabinet. Lo promovió inspirándose en el que impulsó el expresident Pasqual Maragall en el año 2000, cuando fue investido president de nuevo Jordi Pujol.