El puñetazo recibido por un militante del PP de Araba este fin de semana ha motivado que el coordinador general de EH Bildu, Arnaldo Otegi, se manifieste con claridad en contra de un "hecho totalmente reprobable, rechazable e inaceptable". Al contrario de lo sucedido con los ataques a la Ertzaintza, Otegi evita en este caso dar rodeos o contextualizar la agresión con unas palabras que se pudieran interpretar como una justificación de la violencia, y este lunes ha rechazado hasta tres veces y en términos contundentes la agresión padecida por Ander García.

Como ya es habitual en la trayectoria de la izquierda abertzale, EH Bildu evitó utilizar el término "condena" y volvió a desmarcarse del texto suscrito por todos los grupos municipales en el Ayuntamiento de Gasteiz, pero Otegi rechazó la agresión a este cargo político con una claridad que no ha utilizado todavía para referirse a las agresiones contra la Ertzaintza.

En el caso de la agresión al militante del PP, que la Ertzaintza cree que pudo deberse a motivos políticos, Otegi ha ido un paso más allá en su rechazo, con mayor contundencia que en el caso de los sabotajes sufridos por los agentes de la Policía vasca cuando acuden a disolver botellones que incumplen la normativa sanitaria. Aunque el Gobierno vasco ve motivaciones heterogéneas, ha visto señales preocupantes en los altercados de las últimas horas en Elorrio. El acopio de material para lanzarlo contra la Ertzaintza le hace pensar que había cierto componente de premeditación. Otegi ha encuadrado estos días lo sucedido en el modelo de ocio "neoliberal" y una especie de crisis existencialista de unos jóvenes sin futuro ni oportunidades laborales en el horizonte.LA AGRESIÓN

El candidato a la alcaldía de Legutio en 2019, de 23 años de edad, recibió el puñetazo de una joven que lanzó goras a ETA y fue retenida por los porteros en una discoteca. La agresión se produjo por la noche en Gasteiz. La Ertzaintza puso a la joven de 20 años a disposición judicial. En similares términos a los de Otegi se expresó EH Bildu en Gasteiz a través de su cuenta de Twitter, donde mostró su "rechazo a la agresión sufrida" y su "solidaridad con el agredido". En el Ayuntamiento, los grupos condenaron la agresión de Ander García Oñate "por su ideología política".

El texto fue suscrito por todos salvo EH Bildu y expresaba la "repulsa y condena más enérgica" ante este episodio. "Son unos hechos que para nada representan a una ciudad cuyas señas de identidad son la convivencia, la tolerancia y el respeto a la pluralidad", denunciaron.

CONDENA DE LOS CRÍTICOS DE EA

Por parte de EA de Gasteiz sí se difundió una nota de "condena". Es uno de los partidos que integran EH Bildu y, en el caso de la capital, tiene como edil a la crítica Iratxe López de Aberasturi. La edil difundió a la prensa una nota donde, "en coherencia con nuestros principios y trayectoria", muestran su "condena y repulsa". "Este tipo de agresiones nunca deberían haberse dado y, desde luego, acciones como esta no tienen cabida en una sociedad que sigue dando pasos en el camino de la reconciliación", zanjaron, para recordar que EA siempre ha defendido los derechos humanos "denunciando toda vulneración".

Otegi se ha pronunciado este lunes con motivo de su participación en una mesa redonda sobre el acuerdo intergeneracional en materia de cuidados con Andoni Ortuzar, Pilar Garrido y Eneko Andueza. El coordinador de EH Bildu ha evitado encender un tercer fuego tras sus polémicas declaraciones sobre los botellones, y también tras eludir la condena de los ongietorris a los presos de ETA en plena calle a su salida de la cárcel. La tibieza de EH Bildu ha agitado un avispero político que parecía en letargo. Que el debate vuelva a situarse en el plano ético y la condena de la violencia ha provocado una evidente incomodidad en Otegi. La semana pasada denunciaba que la agenda pública vasca está secuestrada por estas discusiones, que no ve prioritarias. EH Bildu se siente más cómoda en el debate sobre las políticas sociales que en un asunto que vuelve a colocar a la izquierda abertzale ante el espejo y ante un debate que no ha resuelto: reconocer que la violencia practicada por ETA fue injusta.

ERKOREKA Y EL DELITO DE ODIO

Esta agresión no ha sido un caso aislado, en la medida en que otro exedil del PP, Iñaki García Calvo, sufrió hace unos meses una agresión en Gasteiz que también mereció el rechazo de la izquierda abertzale. El vicelehendakari primero y consejero de Seguridad, Josu Erkoreka, ha manifestado su condena rotunda ante la agresión sufrida por Ander García en su cuenta de Facebook. Erkoreka aseguró que la Ertzaintza ya ha puesto a disposición judicial a la joven detenida, y que "todo apunta a que la agresión se debió a motivos políticos".

"Algo que condeno rotundamente. Es inaceptable que en una sociedad madura como la vasca haya personas que desprecien la convivencia de esta manera y, más aún, que crucen la línea de la violencia por el simple hecho de que alguien tenga diferente ideología de la suya", añadió. Tras mostrar su solidaridad con el agredido y con el PP, añadió que el Gobierno vasco "trabaja en la detección de los delitos de odio para ponerlos a disposición judicial, pero también analizamos su fenómeno en una memoria anual que presentamos en el Parlamento Vasco para aflorar los casos, dar a conocer esta tipología delictiva cada vez más frecuente, y ofrecer herramientas para atajarla", explicó.

EL PP PIDE UN CORDÓN SANITARIO

Al PP no le sirvió el rechazo manifestado por Arnaldo Otegi e insistió en que condenar la agresión es muy importante. Pero, más allá de este episodio, Carlos Iturgaiz denunció un bucle de actuaciones reprochables por parte de la izquierda abertzale que podrían romper la convivencia entre los vascos . Trajo a colación los altercados contra la Ertzaintza y exigió al lehendakari Urkullu que no pacte "nada" con EH Bildu. En una rueda de prensa antes de reunir a la Junta Directiva del PP, el presidente del partido en la comunidad autónoma aseguró que EH Bildu pone en peligro "la convivencia entre los vascos" por los ataques "premeditados" a la Ertzaintza o los "homenajes" a los presos de ETA. Sobre la agresión en Gasteiz, dijo que "la radical de turno ha estado envalentonada porque estaba jaleada y apoyada por Sortu y Bildu", dijo.

Iturgaiz llamó la atención sobre el hecho de que la agresora tuviera 20 años, de manera que tenía 10 cuando ETA anunció el cese definitivo de la violencia. "¿Quién le mete esa rabia contra quien piensa diferente a ella?", dejó caer. La reacción de EH Bildu a los altercados con la Ertzaintza provocó en su momento que Urkullu viera una especie de justificación de la violencia, y Otegi respondió de manera airada que sus declaraciones son "miserables".