- Que todo el alumnado navarro pueda aprender un mínimo de euskera durante su proceso educativo no está entre los planes de Chivite. Así se encargó de aclararlo la propia presidenta del Gobierno durante el pleno del Parlamento, en el que contestó a Navarra Suma que, en la Comunidad Foral, aquel que quiere aprender euskera puede hacerlo independientemente de donde viva. “Esta es la realidad actual y esta es la que va a seguir siendo”, aseguró Chivite.

No es algo casual. Las palabras de la presidenta tienen su importancia y deben tenerse en cuenta con un documento delante: el del II Plan Estratégico del Euskera. En él, uno de los apartados propone “estudiar la posibilidad de universalizar el conocimiento mínimo del euskera a través de la escolarización, para que todos los niños en su proceso de escolarización tengan relación con el euskera, lengua propia de Navarra”. Y a tenor de sus declaraciones, parece que la presidenta tiene claro que aboga por que las cosas sigan como hasta ahora. Es decir, con varios modelos -solo en castellano sin asignatura en euskera, en castellano con asignatura en euskera y con el euskera como lengua vehicular, el modelo D, por resumir- y sin que haya un mínimo. Además, la propia Chivite quiso restar importancia al plan: “Es un documento de trabajo sujeto a aportaciones y alegaciones, y posteriormente toda esa participación será analizada y aprobada por parte del Consejo Navarro del Euskera y por el Gobierno”.

Navarra Suma, aunque quiso adoptar ese perfil pretendidamente escéptico con el Gobierno, en realidad está encantado porque piensa exactamente lo mismo que la presidenta. Iñaki Iriarte dijo que “hay que respetar la voluntad de quien no quiere aprender euskera” y llegó a decir que sería “terrible para la convivencia” que todos los alumnos tuvieran que aprender, obligatoriamente, a decir “kaixo y agur” en euskera.

“Ya hay una respuesta adecuada a las solicitudes de modelo lingüístico y así va a seguir siendo”

Presidenta del Gobierno de Navarra