- En el PSOE esperan que el PP vuelva a ser un "partido de Estado" bajo el nuevo liderazgo de Alberto Núñez Feijóo, aunque auguran que la renovación de nombres no traerá una verdadera regeneración para la formación conservadora y creen que la "prueba del algodón" del sustituto de Pablo Casado será su relación con Vox. Durante el mandato de este último en Génova los socialistas se han quejado del papel que ha desempeñado el principal partido de la oposición por su "deriva de agresión permanente" al Gobierno de Pedro Sánchez, que consideran "muy dañina".

Acusan al PP de Casado de haber "renunciado a ser un partido de Estado" y ponen como ejemplo el "boicot" a la llegada al Estado español de los fondos europeos para la recuperación y el "bloqueo" a la renovación de órganos constitucionales, que sigue pendiente en el caso del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Por eso, tanto en Moncloa como en Ferraz llaman a que el PP recupere "cordura" y vuelva a ser un aliado en los grandes asuntos de Estado. "Ahí se va a ganar con Feijóo, es un hombre de gobierno", comentan fuentes del grupo parlamentario socialista en el Congreso, que son optimistas por ejemplo con la posibilidad de llegar a un acuerdo con el CGPJ.

Ayer mismo la ministra de Justicia, Pilar Llop, le instó a marcar perfil con dos primeras acciones: renovar el Poder Judicial, "una cuestión de Estado que afecta a la imagen y prestigio institucional e internacional y que afecta al Estado de derecho y a la democracia"; así como "poner un cordón democrático" a Vox.

También esperan que el PP esté a la altura con el papel de España respecto a la invasión de Ucrania por parte de Rusia, donde ha habido un acercamiento evidente después de que la portavoz en el Congreso y nueva coordinadora del partido en esta etapa de transición, Cuca Gamarra, ofreciera el miércoles durante el pleno un apoyo "más firme y fiable" a Sánchez que el de sus socios de Unidas Podemos. Algunos miembros de la Ejecutiva Federal socialista restan importancia a esta mano tendida del PP con Ucrania al señalar que es "su obligación y su responsabilidad" y otros lo circunscriben a una cuestión "puntual", pero en general en el PSOE agradecen el cambio de actitud y de tono en el discurso del PP con este asunto.

Hay también un cambio perceptible en el intento de los populares de marcar distancias con Vox, al que el presidente del comité organizador del congreso extraordinario del PP, Esteban González Pons, no ha dudado en calificar como un partido de "extrema derecha". En este caso, en cambio, en el PSOE no se fían del PP, ya que avisan de que lo importante no son las palabras sino los hechos, y están convencidos de que acabarán pactando la entrada de Vox en el Gobierno de Castilla y León. De que Feijóo se rendirá a la necesidad en el ámbito de los pactos autonómicos.

Aunque la cara visible de las negociaciones es el presidente en funciones de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, en el PSOE consideran que cualquier acuerdo será "responsabilidad" de Feijóo, al haber asumido ya de facto las riendas. "Está manchado ya de todas las decisiones que se tomen en el PP", sostienen. "Quien va a liderar el partido tiene que decidir la línea a seguir", añaden estas fuentes, que lamentan el "riesgo" al que el PP ha llevado al conjunto de la sociedad al "subcontratar la ideología de Vox" y dejar de ser "un partido conservador y liberal, homologable a cualquier partido de derechas" de Europa.

También alertan de que el PP "no ha pasado página con la corrupción", ya que subrayan que la crisis que ha provocado la salida de Casado "nace de tapar un presunto caso de corrupción" de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, a la que el todavía presidente de los populares pidió explicaciones. El caso, relacionado con el cobro de una comisión por parte del hermano de Ayuso en un contrato con la Comunidad de Madrid, ha sido archivado finalmente por Génova, aunque lo investiga la Fiscalía.

Sobre el perfil más moderado de Feijóo en comparación con Casado, en el PSOE son cautos y aseveran que hay que esperar a sus declaraciones y a cómo actúa una vez que asuma oficialmente el liderazgo de Génova.

Sin dar pistas

Alberto Núñez Feijóo evitó pronunciarse ayer sobre varias cuestiones de política estatal después de la reunión de su Ejecutivo gallego, sin querer dar pistas concretas sobre cómo articulará su proyecto para el PP una vez que vea ratificado su liderazgo en el congreso extraordinario de Sevilla de los días 1 y 2 de abril. "Aún le queda algún periodo de gestación", se limitó a responder. Quien se habló de él fue Esperanza Aguirre, quien vaticinó que será "una gran ayuda para la política española y europea. El PP se va a recuperar".

"Renovar el CGPJ afecta a la democracia, lo mismo que poner un cordón sanitario a Vox"

Ministra de Justicia

"A la articulación del nuevo proyecto del PP aún le queda algún periodo de gestación"

Presidente de la Xunta