- Parece evidente que el frente del Sáhara va a ser un punto de fricción del Gobierno español con todos los grupos, incluidos sus socios de investidura del PNV. Pero con los jeltzales comienza a abrirse de manera cautelosa un camino de entendimiento en el plano económico. Aitor Esteban subió a la tribuna para pronunciar una intervención crítica con el proceder del presidente español ante el Sáhara, le recriminó que haya actuado de manera unilateral y que haya empleado el lenguaje del expresidente de Estados Unidos Donald Trump para respaldar de manera sospechosa la propuesta de autonomía del régimen marroquí.

En el pleno del Congreso, el jeltzale respondió a Pedro Sánchez que puede comprender la política real, pero le pidió una política con “algo de alma”. En lo económico, por sorpresa y sobre la marcha, Sánchez desveló que la propuesta a la Comisión Europea para topar el precio del gas y que baje así la luz o, más en concreto, la manera de costear esa vía, se inspira en la moción jeltzale de la semana pasada.

El portavoz del PNV en el Congreso había dicho que las medidas que incluye el decreto de Sánchez para afrontar las consecuencias de la guerra “en general están bien”, aunque lamentó que las medidas sobre los carburantes deberían haberse tomado antes. Tampoco ve mal la limitación de los alquileres, pero podría generar un agravio comparativo si decae el 30 de junio. Añadió dos preocupaciones. Por un lado, pidió que se adapten los requisitos para que más empresas puedan entrar en la categoría de industria electrointensiva y se puedan beneficiar de la rebaja de los peajes. Esteban se quejó de que esta normativa sea más estrecha en el Estado que en la Unión Europea.

Por otro lado, se declaró “muy preocupado” por que todas las actuaciones suponen “créditos y más créditos”, “más deuda”, en un momento en el que ese endeudamiento alcanza ya el 120% del PIB. Teniendo en cuenta que en 2023 está previsto realizar un ajuste del gasto corriente y que los Presupuestos sean restrictivos, alertó de que el Estado no estará en condiciones de afrontar esa “frenada en seco”, y propuso abrir una reflexión sobre las reglas de estabilidad en la Unión Europea. Asimismo, planteó revisar el cuadro macroeconómico.

Sánchez dijo “compartir” con el PNV la necesidad de revisar los objetivos de estabilidad y, sobre topar el gas, dejó caer: “Usted sabe cómo vamos a hacerlo, pero va a depender de dos actores más, Portugal y la Comisión Europea”. Esteban le respondió que solo puede “intuir” lo que pasará con el gas porque ha leído los medios de comunicación, que apuntan a que la solución puede ir por la vía del PNV, repartiendo la carga entre los que forman parte del sistema energético.

Sánchez lo confirmó en la réplica: “Será financiado por el propio sistema”, dijo, para añadir que se van a “encontrar” en otras medidas. El Gobierno español ha descartado que el gasto corra a cargo de engrosar el déficit de tarifa o los Presupuestos del Estado, opciones que rechazaba igualmente la moción del PNV. También ayer, Esteban arrancaba a Sánchez que está a punto de dar su visto bueno a los tres proyectos que presentó el lehendakari para acogerse a fondos europeos.

Esteban aclaró que está bien plantear medidas paliativas, pero pidió mirar más allá hacia las “estructurales”. Sobre el Sáhara, defendió su derecho de autodeterminación.