Es difícil encontrar una foto de campaña en la que Laura Aznal Sagasti (Ezkabarte, 1971) no salga sonriendo. La candidata de EH Bildu a la presidencia del Gobierno de Navarra afronta con buen humor y “mucha ilusión” su primera experiencia electoral como cabeza de lista. Una estresante agenda que le ha llevado de pueblo en pueblo por prácticamente todos los rincones de la Comunidad Foral, donde dice haber encontrado mucho “optimismo” en sus bases. “Somos la fuerza con más candidaturas municipales”, presume Aznal, que evita adelantar posibles escenarios después del 28-M. Y que tras una campaña envuelta en la polémica por las listas de su formación, asegura que tras el próximo domingo habrá que negociar también con su formación: “Se ha hablado mucho de EH Bildu, pero a partir del día 28 habrá que hablar con EHBildu”, sostiene.

Es su primera campaña como cabeza de lista. ¿Pesa la responsabilidad de liderar la candidatura?

–No lo veo como una cuestión personal. Euskal Herria Bildu somos una comunidad y estas elecciones son una responsabilidad colectiva. Me toca a mi ser la cara más visible, pero somos un gran equipo y me siento muy apoyada y protegida. La fuerza de EH Bildu es su base militante y veo mucho optimismo.

¿Qué expectativas tienen para el próximo domingo?

–No nos fijamos un objetivo concreto, vamos a por todas y salimos a ganar. Tenemos una buena lista al Parlamento y 70 candidaturas locales. Estoy yendo pueblo a pueblo y estoy viendo mucha fuerza y mucha ilusión en la gente. EH Bildu es un valor al alza, una fuerza muy arraigada en nuestro territorio y la garantía para hacer frente a las políticas de las derechas.

¿Qué balance hacen de la legislatura que acaba de finalizar?

–Ha tenido luces y sombras. Ha sido atípica por la pandemia y por la guerra en Ucrania. Pero creo que EH Bildu ha demostrado una vez más que somos capaces de alcanzar acuerdos con diferentes para seguir avanzando. Esa desde luego es la parte positiva de la Legislatura. Porque esos acuerdos han servido para avanzar, para ampliar derechos, y han revertido en el bienestar de toda la ciudadanía navarra. Así que nos sentimos satisfechas.

¿Cuáles diría que han sido los principales logros de EH Bildu?

–Hemos logrado avances en vivienda, por ejemplo. También hemos mejorado la Ley de Cambio Climático y de Transición Energética y la financiación de las entidades locales. Hemos metido además partidas económicas importantes en Sanidad y en derechos sociales, hemos ampliado el servicio de atención domiciliaria a tardes y fines de semana. Cuando se han alcanzado acuerdos con nosotras ha sido para avanzar. Cuando se han alcanzado acuerdos con la derecha se ha retrocedido.

¿Están satisfechas con el grado de cumplimiento de los compromisos alcanzados con el Gobierno?

–En gran medida se han cumplido, pero hay cuestiones que han quedado pendientes. En Osasunbidea por ejemplo, o el desarrollo de la Ley de Cambio Climático con la creación de la Agencia Pública de Energía, que tenía un plazo de creación fijado por la propia ley que no se ha cumplido. 

¿Qué parte de responsabilidad tiene EH Bildu en esas sombras que deja la gestión del Ejecutivo foral?

–Hemos sido una oposición constructiva y propositiva, pero no hemos sido Gobierno. Nuestras propuestas han ido siempre dirigidas a enriquecer las cuentas y avanzar. Hemos enriquecido los presupuestos iniciales que nos planteaba este Gobierno, pero no hemos podido incidir desde dentro. 

Han apoyado los cuatro presupuestos y las leyes principales. 

–Y nuestras aportaciones han redundado claramente en un aumento del Estado de bienestar de la ciudadanía. 

¿La gestión sanitaria no es en parte también responsabilidad suya?

–En materia sanitaria lo que hemos hecho ha sido mejorar la dotación económica. Para que se hicieran contrataciones en la sanidad, para mejorar las infraestructuras sanitarias en materia de salud mental o en derechos sociales, por ejemplo. Si tenemos alguna responsabilidad ha sido la de enriquecer los presupuestos que nos planteaba este Gobierno.

Ha dado la impresión de que la política lingüística no estaba entre sus prioridades presupuestarias. ¿Han tratado de evitar que fuera motivo de confrontación?

–Si en política lingüística no se ha retrocedido más en esta legislatura ha sido gracias a la aportación que ha realizado nuestro grupo. Podemos hablar de la extensión del modelo D a Mendigorria y Larraga, o de los avances para que la euskaldunización de adultos sea gratuita. Pero nos hemos quedado muy lejos de garantizar los derechos lingüísticos a toda la ciudadanía navarra. 

¿Cuáles deben ser las prioridades de la próxima legislatura?

–Garantizar los derechos lingüísticos desde luego debe ser una prioridad. También debemos fortalecer los servicios públicos ante el debilitamiento progresivo que vienen sufriendo. Afrontar el futuro de la Navarra más rural, que en muchos aspectos es una Navarra olvidada, avanzar en el autogobierno y hacer frente a la emergencia climática son algunas otras de nuestras prioridades para EH Bildu, junto con el reto de la vivienda o el del empleo.

¿Les vale la misma fórmula de apoyo parlamentario al Gobierno?

–Esta fórmula de Gobierno ha tenido fisuras importantes. Lo hemos podido ver a lo largo de toda la legislatura. Ha faltado ambición en cuestiones como el autogobierno o la política¡ lingüística. Y también hemos echado en falta un liderazgo más claro del sector público.

¿Por qué fórmula de Gobierno apuesta entonces EH Bildu?

–Después del 28 de mayo veremos en qué situación queda cada fuerza política. Nosotros apostamos por fórmulas abiertas de Gobierno más participativas y que la derecha no marque ni condicione el ritmo de la política navarra.

¿Pedirán entrar en el Gobierno de Navarra?

–La entrada en el Gobierno no es algo tan determinante para nosotras. Trabajamos en base a prioridades y contenidos. Esa es nuestra hoja de ruta. Avanzar en todo aquello en lo que el Gobierno de Navarra ha mostrado poca ambición. 

Hace cuatro años facilitaron la investidura de María Chivite pese a que el PSN se negó a negociar la investidura con ustedes. ¿Aceptarían esta vez un escenario similar?

–Nosotras salimos a ganar. Pero evidentemente no habrá mayorías absolutas y EH Bildu seguirá siendo determinante y decisivo. Estoy convencida de que mucho más que en esta última legislatura. Somos la garantía de conformar mayorías alternativas a las políticas de las derechas, y todo el mundo lo sabe. 

¿Pero exigirán formar parte de la negociación del acuerdo programático?

–Queremos seguir conformando mayorías alternativas a las derechas y que la derecha no incida ni marque el ritmo en los próximos años. Ese es nuestro objetivo. Agrandar la brecha que en su día abrimos en el régimen. Es por lo que vamos a trabajar a partir del día 29. 

¿Lo que ocurra en Pamplona puede condicionar las mayorías en el Parlamento de Navarra?

–La única garantía para que la derecha abandone el Gobierno municipal es que Joseba Asiron sea alcalde de Iruña. Esa es nuestra apuesta.

Pero es muy posible que necesiten el apoyo del resto de fuerzas progresistas, incluido el PSN, que no parece estar por la labor.

–Siempre que EH Bildu ha sido decisivo hemos parado las políticas de las derechas. Políticas que tienen sus repercusiones en la realidad social de Navarra y que hemos padecido durante muchos años. No todos pueden decir lo mismo. Y quien no lo haga lo tendrá que explicar. Tendrán que salir y decir a la ciudadanía navarra y a todos los votantes de izquierdas por qué vuelven a permitir gobernar a la derecha. 

¿Qué harán si se repite el escenario de 2019?

–En 2019 el PSN cometió un error. Se equivocó, y si lo vuelve a hacer tendrá que ser el responsable de explicar a la ciudadanía. Pero nuestra la predisposición y nuestra actitud es totalmente favorable a facilitando gobiernos a las fuerzas más votadas dentro de esas mayorías progresistas. Esa es nuestra apuesta.

Otegi ha dicho que EH Bildu impedirá que gobierne la derecha en cualquier lugar y en cualquier circunstancia. ¿Eso no es un cheque en blanco?

–EH Bildu es un dique de contención a las derechas. Lo hemos venido demostrando a lo largo de los últimos años. De todas formas, no vale de mucho anticipar escenarios. Después de las elecciones, ya con los datos encima de la mesa, nos sentaremos a hablar. Hasta ahora se a hablado EH Bildu, pero a partir del 28 de mayo habrá que hablar con EH Bildu.

La campaña ha estado prácticamente monopolizada por las listas de EH Bildu. ¿Cómo ha vivido la polémica?

–Algunos, lamentablemente, han querido traer a Navarra lo peor de la política española. Han querido hacer ruido y tapar las propuestas que tiene EH Bildu para Navarra. Siguen en el mismo bucle de siempre porque saben que somos decisivas para conformar mayorías en esta comunidad. Pero ni lo van a conseguir ni nos van a distraer de nuestros objetivos.

¿Ha sido un error incluir a estas personas en las candidaturas?

–Creo que el paso que han dado estas siete personas es un paso en positivo en favor de la convivencia democrática, en aliviar no agravar el dolor de las víctimas. Más allá de eso, la voluntad y el compromiso de EH Bildu por avanzar en una convivencia democrática es incuestionable desde sus orígenes.

¿Les preocupa que les pueda lastrar electoralmente?

–No, porque la ciudadanía ha visto el resultado de las políticas de EH Bildu y sabe que tenemos un firme compromiso con la paz y con la convivencia democrática. Todo lo demás es ruido. Ruido interesado.

¿Qué le han parecido las reacciones que ha habido en España?

–En el Estado tienen su propia campaña, y algunos utilizan los argumentos de siempre para no salir de una rotonda en la que siguen dando vueltas. Pero eso solo muestra que las derechas no tienen proyecto y que tratan de incidir en las mayorías políticas porque se sienten amenazadas en su cuota de poder.

¿Cómo es la relación con el PSOE en Madrid?

–Puede parecer una paradoja, pero siendo soberanistas de izquierdas, hemos sido protagonistas para cortar el paso a la extrema derecha en Madrid. Hemos hecho aportaciones importantes para que no haya pensiones por debajo del umbral de la pobreza y hemos aprobado una Ley de Vivienda que por fin nos permite limitar los precios del alquiler. Como en Navarra, nuestro papel redunda en la ampliación de derechos para toda la ciudadanía.

¿Cómo interpretan la aparición de movimientos críticos a su izquierda, como puede Mugimendu Sozialista?

–Es algo que está fuera de la estrategia de EH Bildu y, la verdad, tampoco entiendo exactamente cuáles son sus objetivos reales. Lo que sí le puedo decir es que en EH Bildu tenemos cada vez más juventud y esto es algo de verdad que me enorgullece. En muchos lugares además encabezan la candidatura a la alcaldía.

¿La situación interna de EA está ya más calmada?

–EH Bildu es una comunidad, un movimiento que trasciende ya a la suma de distintos partidos. Estos días que estoy yendo por todos los pueblos estoy viendo que somos un valor al alza, que somos un movimiento plural, diverso. Tenemos una lista del Parlamento con personas muy capacitadas, muy preparadas, muy comprometidas. Yo estoy de verdad muy orgullosa, como lo estoy de las otras 70 listas que hemos presentado en todos los pueblos de Navarra.

¿Qué queda del cambio de 2015?

–2015 fue el punto de inflexión que llevó el cambio de las calles a las instituciones para sacar a la derecha del Gobierno de Navarra. Ahora estamos en otra situación, y hay que seguir avanzando para que la derecha no condicione la política navarra ni marque el ritmo.

¿Sigue viendo ilusión en la calle?

–Llevo varios meses recorriendo toda Navarra, pueblo a pueblo y comarca a comarca, y percibo mucha ilusión. De verdad lo digo. Soy una persona muy optimista ya por naturaleza, pero lo que veo en todos los sitios es ilusión, optimismo y ganas de seguir avanzando. El 28 de mayo Navarra se juega su futuro para los próximos años. Son unas elecciones muy trascendentales y EH Bildu va a tener un gran resultado.