Pamplona - Francisco Javier Nieto Jiménez, pamplonés de 52 años, aceptó ayer en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial una condena de 18 años de prisión por un delito de asesinato después de que el 14 de enero del pasado año acabara con la vida de la que era su pareja sentimental, la burladesa Blanca Esther Marqués Andrés, de 49 años, con la que residía en el piso de ella en Burlada. El acuerdo se celebró en una vista a puerta cerrada sin presencia de familiares ni de medios de comunicación. Las partes personadas en el procedimiento (Fiscalía, acusación particular que ejercía la familia de Blanca Esther, la acusación popular del Gobierno de Navarra y la defensa del procesado) habían sellado un principio de acuerdo en fechas recientes que fue ratificado ayer y en el que se contemplan la agravante de parentesco y la atenuante de confesión, después de que el acusado confesara a los dos días en las dependencias de la Policía Nacional el crimen y que había arrojado el cuerpo de la víctima al cauce del río Ultzama en un punto cercano a la Trinidad de Arre. Con el pacto ahora firmado, ya no será necesario que se celebre un juicio con jurado popular, tribunal que hubiera sido a quien le habría correspondido el enjuiciamiento de estos hechos.

El Ministerio Público reclamaba de inicio 22 años de prisión para el acusado, petición de pena que la acusación particular elevaba hasta los 25 años de cárcel. Finalmente, el acuerdo se cerró en 18 años por asesinato después de que el acusado se mostrara conforme. En el escrito de la Fiscalía se relataba que el acusado estranguló a su pareja Blanca Esther Marqués, de 49 años, en su domicilio de Burlada y posteriormente arrojó su cadáver al río Ultzama. En el escrito del Ministerio Público se exponía que la víctima no tuvo ninguna posibilidad de defensa, motivo por el cual apreciaba la alevosía y calificaba los hechos como asesinato y no como homicidio. En dicho escrito también se pedía que el procesado indemnizara con 80.000 euros a la madre de la víctima y con 30.000 euros a cada uno de sus tres hermanos, así como a pagar al Gobierno de Navarra los 14.627 euros que costaron las labores de rescate de la fallecida, que fue encontrada dos cuatro días después del crimen en el cauce del río Arga, a su paso por la Rochapea.

El escrito de calificación que presentó en su momento el Ministerio Público relataba que el acusado conoció a Blanca Esther Marqués a lo largo del año 2014 y que poco después comenzaron una relación sentimental. En mayo de 2015, el acusado comenzó a vivir en el domicilio de ella, situado en la calle Las Maestras, número 10, de Burlada. El 14 de enero de este año, proseguía la Fiscalía, el acusado y la víctima llegaron a la vivienda que compartían y reanudaron una discusión que ya habían iniciado antes, por un viaje que había reservado el primero de ellos. Durante el enfrentamiento verbal, que se produjo en el salón, Blanca Esther “le dijo que era un mantenido y que se fuera de la vivienda” y, a continuación, se encaminó por el pasillo hacia la puerta de salida del piso.

ATAQUE INESPERADO El Ministerio Fiscal indicaba que Francisco Javier Nieto siguió a su pareja y “aprovechando tal circunstancia”, la agarró por el cuello y ambos cayeron al suelo, donde siguió agarrándola, hasta que le causó la muerte por asfixia. “El acusado realizó el ataque por la espalda de Blanca Esther, que no se esperaba que le fuera a agarrar por el cuello”, subraya el escrito de calificación provisional, que precisa que la mujer medía 1,68 y pesaba 64 kilos, mientras que el acusado medía alrededor de 1,80 metros y tenía “más fuerza” que ella. “La corpulencia del acusado, unido a la fragilidad de Blanca Esther y al ataque por la espalda, impidió a que pudiera defenderse del acusado”, añade.

Tras el crimen, el acusado abandonó la vivienda y regresó de noche, y sobre las 5.30 horas del 15 de enero, envolvió el cadáver en una manta, lo trasladó a su coche y se dirigió a la localidad de Arre, donde lo arrojó al río desde un puente. La víctima, indicaba el Ministerio Fiscal, tenía la costumbre de acudir a su trabajo acompañado de un amigo y cuando el lunes día 16 de enero faltó a la cita, este la telefoneó y acudió a su domicilio. Sobre las 10.25 horas del mismo día, el acusado se presentó en dependencias de la Policía Nacional donde reconoció los hechos.

Sábado, 14 de enero de 2017, 17.00 horas. El acusado y la víctima, que llevaban año y medio de relación, discuten por la contratación de un viaje a las Islas Azores en el domicilio en el que conviven. El enfrentamiento sube de tono hasta que se producen ataques personales, según el relato

autoinculpatorio del propio

imputado. En el momento que

la víctima le dice que se vaya de

casa y se dirige hacia la puerta,

el hombre la agarra por la

espalda del cuello y ambos caen

al suelo, donde la asfixia.

Domingo, 15 de enero, 5.30 horas. Después de estar la tarde anterior en casa de su madre y en otros lugares sin especificar, el acusado regresa al domicilio de la calle de las Maestras, donde envuelve con una manta el cuerpo de su

pareja y lo baja al portal. Una

testigo ve la secuencia pero no

acude a denunciar porque se

asusta, según su propio testimonio. El imputado se dirige con el cadáver hasta Arre, donde

lo arroja al río Ultzama.

Lunes, 16 de enero. El acusado acude por la mañana a la comisaría de la Policía Nacional para confesar que ha matado a su pareja y

que la ha arrojado al río.

Jueves 19 de enero, 16.20 horas. Localizan el cadáver.