violaciones como arma. El conflicto yemení, por el que 10.000 personas han fallecido y 2 millones se han desplazado desde 2015, continúa asolando a las mujeres, y la violencia de género sigue siendo una amenaza, por lo que la capital, Saná, es reflejo de pintadas contra la violencia a mujeres y niños. “Se perpetran agresiones sexuales a mujeres desplazadas en público o en presencia de seres queridos de las víctimas con el fin de aterrorizar a las comunidades”, denunció la ONU en agosto con la campaña #NotATarget -#NoSonUnObjetivo-. Foto: Efe