PAMPLONa - La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Navarra ha confirmado una condena de 19 meses de prisión, sustituida por la expulsión durante cinco años de España, para un ciudadano marroquí de 34 años, Lhassam S., por un delito continuado de amenazas sobre su médica de cabecera en Marcilla, donde tiene durante 31 meses prohibido acercarse a menos de 50 metros de la víctima y de su lugar de trabajo en el centro de salud de la localidad. El acusado había sido condenado en el Juzgado de lo Penal 4 de Pamplona, pero recurrió dicha sentencia al entender su abogado que las expresiones vertidas no eran “intimidatorias, puesto que la amenaza de un mal imposible al obrar humano no puede integrar esta infracción penal”. La Audiencia no comparte sin embargo esta tesis, ya que obvia que el delito de amenazas se comete por “el anuncio consciente de un mal futuro con el único propósito de crear una intranquilidad de ánimo, inquietud o zozobra en el amenazada, pero sin la intención de dañar materialmente”. Ahora, el condenado puede recurrir al Supremo.

Los hechos probados de la sentencia recogen que el acusado acudía al menos desde diciembre de 2016 al consultorio médico con una frecuencia semanal hasta junio de 2017 y le exponía a la doctora sus problemas económicos. Al manifestarle esta que no podía solucionarle esos problemas, el procesado “se exaltaba, gritaba enfadado y llegaba a romper los informes médicos que se le facilitaban, creando un estado de estrés y nerviosismo en la facultativa. Para controlar la situación, los profesionales del centro de salud, cada vez que tenía una cita el acusado, solicitaban la presencia de la policía en el centro”. En una ocasión, el 23 de junio de 2017, la doctora solicitó el auxilio de los agentes locales ante la agitación del acusado, que se dirigió a la médica y le dijo: “Vosotros estáis tranquilos, pero Dios va a hacer justicia pronto”. Tres días después, volvieron a repetirse los incidentes y, para amedrentar a la doctora, le manifestó: “Yo voy a morir y tú vas a venir conmigo”. La Audiencia destaca que la relevancia penal de las expresiones que profirió el procesado, que “se dirigió a la doctora en términos que en mero lenguaje coloquial son percibidas como amenazas de muerte dada la previa y tenaz conducta verbalmente agresiva del hombre”. El acusado arrastra otras dos condenas por agredir a un guardia civil que se presentó en el centro de salud de Tudela por un altercado que protagonizó en 2016, y también por perseguir a un vecino de Marcilla con un cuchillo durante las fiestas. - E.C.