altsasu - La fiesta de las ikastolas de Navarra volvió ayer a Altsasu, donde comenzó hace 37 años la andadura del Nafarroa Oinez, el germen de un camino lleno de frutos. Lo cierto es que el euskera mostró ayer que se encuentra vivo y fuerte, con miles y miles de personas que se acercaron ayer a la cabecera de Sakana para mostrar su apoyo a esta lengua y al proyecto de Iñigo Aritza Ikastola. Era la cuarta vez que este centro que agrupa alumnado de Urdiain, Olazti y Ziordia además de Altsasu organizaba esta fiesta, la primera junto con la ikastola de Etxarri Aranatz. En esta ocasión la principal apuesta era la inclusión de personas con necesidades especiales y movilidad reducida, que contaron con un recorrido adaptado y actividades aptas para todos y todas. Además, todas las intervenciones oficiales fueron traducidas al lenguaje de signos.

Aunque el día despertó bajo la niebla y triste tras el fallecimiento de madrugada de un antiguo alumno de la ikastola, por encima de todos los obstáculos, como siempre lo ha hecho la gran familia que forma Iñigo Aritza Ikastola, Altsasu fue una fiesta del euskera y la niebla dio paso al sol. “Hemos decidido encarar el día de la mejor manera posible. Os lo debemos a los euskaldunes y euskaltzales, y también a la familia del fallecido”, señaló Eneida Carreño, presidenta de Iñigo Aritza en el acto inaugural del Nafarroa Oinez, con una nutrida presencia institucional y de las ikastolas de Navarra así como del mundo del euskera y la cultura. También fueron duros los comienzos de Iñigo Aritza, como recordó Carreño, quién puso en valor la apuesta de un grupo de padres y madres movidos por “la pasión y el amor por el euskera”, un espíritu que sigue vivo, con continuos guiños al lema de esta edición, bizi. “Creemos en este proyecto, y llevaremos el testigo con orgullo”.

La presidenta del Gobierno de Navarra, Uxue Barkos, también habló de futuro y destacó la labor de las ikastolas a favor del euskera durante estos años. “El euskera es un idioma de futuro. Tenemos que espantar fantasmas que hablan de fractura en nuestra sociedad y llevar el euskera a todos los sitios donde se le ha negado la entrada. Por encima de los obstáculos, debemos vivir el euskera”.

Precisamente, Mikel Asiain, presidente de la Federación Navarra de Ikastolas, reivindicó la presencia del euskera en las instituciones y sobre todo en el Parlamento. Asimismo, puso en valor el batua cuando se cumplen 50 años desde el congreso de Arantzazu donde se sentaron las bases del euskera unificado. “Como decía Koldo Mitxelena, bizi ala hil, vivir o morir. No había otro camino. Sin la estandarización del euskera no hay educación ni ikastolas. Gracias Euskaltzaindia”.

En nombre de los cuatro alcaldes que engloba Iñigo Aritza Ikastola, es decir, Urdiain, Olazti y Ziordia además de Altsasu, tomó la palabra el alcalde de esta última localidad, Javier Ollo, quién se refirió a la importancia de la lengua en el desarrollo individual y colectivo así como la importancia de la educación en euskera. Por ello, puso en valor el trabajo del profesorado de Iñigo Aritza. “Esta fiesta es sinónimo de diversidad, integración e inclusión. Es un elemento fundamental en la vertebración del euskera en Navarra”.

CORTE DE CINTA El honor de cortar la cinta correspondió a Tere Irigoien y Juan Manuel Galrtza, en representación del grupo de los paelleros. Y es que desde 2005, han preparado paellas gigantes en todas las ediciones de esta fiesta. Incluso en 2015, cuando una semana antes del Oinez falleció de repente Benigno Mendia, impulsor de esta iniciativa. La primera vez fue para 500 comensales y ayer era para un millar. Y es que el equipo de Benigno fue creciendo, uniéndose a los de Urdiain otro grupo de Olazti además de otras personas de Ziordia y Altsasu. “Benigno era generoso, con gran sentido del humor y muy implicado. Hizo una gran aportación mediante el auzolan en el movimiento popular”, señalaron Itziar Flores y Aritz Leoz, presentadores del acto que hicieron un recorrido de este último año, con numerosas actividades y mucho trabajo que pusieron en valor ayer. También recordaron a los siete jóvenes de Altsasu en prisión. “La familia de Iñigo Aritza no está al completo. Txori kaiolatuak, aske bizi”.

Cortada la cinta comenzó oficialmente la fiesta, con la aparición de momotxorroak, sorginak, maskaritak, juantranposoak y otros personajes del carnaval de Altsasu que guiaron a las autoridades y visitantes por el recorrido.

Objetivos superados. Representantes de Iñigo Aritza Ikastola hicieron ayer una primera valoración muy positiva del Nafarroa Oinez. “Los objetivos de la propuesta inclusiva se han cumplido. El buen tiempo ha ayudado a que el Oinez no solo cumpla sus objetivos, sino que los supere”, señalaron. “Todas las actividades han sido exitosas”., destacando la ciudad de los txikis y Erronka, dirigida a la juventud.

Auzolan. Esta ikastola, que cuenta con 370 alumnos y alumnas de Altsasu, Urdiain, Olazti y Ziordia, agradeció ayer el trabajo realizados por cientos de voluntarios y voluntarias, cerca de 1.200 personas, que han trabajado en auzolan tanto hoy como durante todo el año, así como a todos los y las ikastolazales y euskaltzales que se acercaron ayer a Altsasu a refrendar su apoyo al proyecto de las ikastolas.

40.000 personas. A falta de datos oficiales, la Policía Foral barajaba ayer la asistencia en torno a 40.000 personas, a tenor de los vehículos estacionados: 7.000 turismos, 500 caravanas y autocaravanas así como 85 autobuses además de las personas llegadas en tren en el dispositivo especial puesto en marcha por Renfe. También destacaban la falta de incidentes reseñables.