madrid - Los migrantes y refugiados muertos en el Mediterráneo ascienden a 2.000 en lo que va de año, tras la muerte el lunes de 18 personas que se dirigían a España en dos pateras -dado que ayer se encontró a cinco millas de Trafalgar otro cadáver de la embarcación que naufragó en Cádiz-, indicó ayer la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).

“Durante muchos años el Mediterráneo ha sido la ruta marítima con mayor mortalidad para refugiados y migrantes en el mundo, y esto no lo podemos aceptar”, dijo el portavoz del organismo en la ONU, Charlie Yaxley.

Desde que comenzó la gran crisis de refugiados en Europa en 2014, la tasa de mortalidad ha aumentado con fuerza, particularmente en el Mediterráneo central, entre la costa del norte de África e Italia, donde se han registrado la mitad de los fallecimientos.

Estas muertes revelan que, “en septiembre, uno de cada ocho migrantes que cruzaban murió, lo que se debe en gran parte a la reducción en las operaciones de búsqueda y rescate”, explicó Yaxley.

Algunas ONG con fines humanitarios interrumpieron esas operaciones por restricciones logísticas y legales, por lo que las tareas de búsqueda y rescate de víctimas de naufragios han disminuido de manera importante.

“Si las operaciones de rescate de las ONG se detienen completamente, estamos ante el riesgo de volver a la misma peligrosa situación que vimos en Italia después de que la operación naval Mare Nostrum terminó en 2015 y cientos de personas murieron en un solo incidente cerca de la costa de Lampedusa”, comentó el portavoz.

La Guardia Costera libia asumió la coordinación de la búsqueda y rescate, pero la extensión del área marítima a vigilar unos 160 kilómetros implica que se requiere apoyo.

Por ello, ACNUR pidió que se permita a todo aquel que quiera contribuir que lo haga, y recordó que todas las persona que son rescatadas en aguas internacionales, es decir más allá de las 12 millas náuticas de aguas territoriales libias, no deben ser devueltas a Libia, donde impera la inseguridad.

Por otra parte y a pesar de que la mortalidad en aguas mediterráneas ha aumentado, Yaxley indicó que se ha mantenido el nivel anterior a 2014 respecto a los migrantes que consiguieron llegar a Europa, ya que, en lo que va de año, un total de 150.000 personas han solicitado asilo.

una migración humanitaria El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, subrayó ayer que se quitarán las concertinas de las vallas fronterizas de Ceuta y Melilla, en un intento de recuperar la política migratoria humanitaria que no promovió el PP.

Marlaska hizo este anuncio en respuesta a la senadora Fátima Mohamed en la sesión de control del Gobierno de la Cámara Alta, donde la parlamentaria del PP calificó de “anuncio de televisión” el objetivo del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de conseguir unas fronteras fluidas y seguras en Ceuta y Melilla, en colaboración con Marruecos.

“Las fuerzas de seguridad confían en este Gobierno por los medios conseguidos”, abogó el ministro del Interior, que expuso que se el Gobierno está incrementando los medios materiales y personales tanto en la frontera de Ceuta como en la de Melilla. - Efe