Tlahuelilpan (méxico) - Al menos 66 personas fallecieron y otras 76 -73 hombres y tres mujeres- resultaron heridas el sábado tras la explosión de un conducto de combustible de la petrolera estatal Petróleos Mexicanos (Pemex) en el estado mexicano de Hidalgo, informó el gobernador del estado, Omar Fayad. Entre los heridos, muchos sufren graves quemaduras y se teme que se encuentren más cadáveres calcinados en las cercanías del ducto donde centenares de personas se agolparon para robar el combustible.

La explosión se produjo hacia las 01.00 horas, poco después de que se detectase una fuga intencionada de gasolina. Ante el aviso de esta, efectivos del Ejército mexicano acordonaron la zona, pero no pudieron controlar a unas 200 personas -de las 1.000 que había- que rompieron el cerco y tomaron el combustible, de modo que, pese al aviso de abandonar la zona, los ciudadanos no hicieron caso y se produjo la tragedia.

Al conocer el accidente, cientos de personas acudieron al lugar de los hechos en busca de sus familiares desaparecidos en dicho área. “Hoy se enluta México con la muerte de estas personas. Les expreso mis condolencias a las familias de los fallecidos. Brindaremos de manera coordinada y conjunta, las autoridades de Hidalgo y el Gobierno de México, todo el apoyo necesario a los heridos”, expuso Fayad.

Por su parte, el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, lamentó el accidente y dio instrucciones a los efectivos para que controlasen el fuego que se originó después de que se produjera la explosión, el cual finalmente consiguieron controlar y sofocar los bomberos, así como atender a las víctimas.

no es la primera vez Estas detonaciones son relativamente comunes en México, gran parte por tomas clandestinas defectuosas. Solo en Hidalgo, el lugar de los hechos, las autoridades ubicaron el año pasado 1.726 tomas clandestinas, lo que en el conjunto del país fueron 12.581. Desde que llegó al poder el 1 de diciembre, López Obrador comenzó un combate frontal al robo de hidrocarburos a través de los ductos de Pemex, que genera pérdidas millonarias para la compañía.

Solo el año pasado, dicho hurto supuso pérdidas de 3.003 millones de euros. Así, hace dos semanas se reforzó con miles de efectivos la seguridad en los ductos y se transportó más gasolina con camiones cisterna, lo que ha causado una crisis de desabastecimiento en unos diez estados del país, con estaciones de servicio cerradas, compras de pánico y el sabotaje de ductos.

Cuatro personas murieron el pasado noviembre en el Estado de Tabasco por una explosión. Un mes después, las autoridades de Guanajuato sacaron de sus casas a 2.000 personas por una fuga. y 40 vecinos acabaron en el hospital por intoxicación de vapores de la gasolina. Sin embargo, no ocurría una explosión de semejante embergadura desde 2010, cuando una detonación provocó la muerte de 29 personas. - E.P.