PAMPLONA. La Asociación de Consumidores de Navarra Irache recibió el año pasado más de 8.500 consultas y reclamaciones sobre asuntos relacionados con telefonía, los más habituales los problemas al cambiarse de compañía, los precios o servicios de los paquetes combinados o la dificultad para tramitar bajas.

Entre los problemas más habituales se encuentran los cobros de penalizaciones al cambiar de compañía, en muchas ocasiones no justificadas, ha informado Irache, que revela que algunos ciudadanos descubren, tras cambiarse de compañía, que la anterior les ha cobrado importes de más de doscientos o trescientos euros por una supuesta cláusula de permanencia.

En muchas ocasiones las penalizaciones son "desproporcionadas o ni siquiera están justificadas", señala Irache, que recuerda que estas cláusulas de permanencia deben ser expresamente aceptadas por el consumidor, deben responder a una ventaja económica y el importe cobrado debe ser proporcional al tiempo que quede por cumplir.

También han aumentado considerablemente los problemas cuando el consumidor se echa atrás al cambiar de compañía, ya que cada vez las operadoras se dan más prisa en instalar la infraestructura técnica, hasta el punto de que en ocasiones están instalados los cables, el router, decodificador u otros aparatos antes de que se haya producido el cambio a la nueva compañía o que la actual haya podido hacer una contraoferta.

Si el consumidor acepta esta contraoferta para quedarse donde estaba, la nueva compañía, que aún no le ha podido ofrecer el servicio, le factura la instalación de los equipos, que se puede acercar a los doscientos euros.

Otro punto conflictivo son los cobros por adelantado, ya que es "muy habitual" que las compañías cobren la tarifa plana al comenzar el mes de pago, en lugar de a mes vencido, lo que hace que la operadora cobre por unos servicios de los que el consumidor no ha disfrutado aun, aunque se trate de tarifas que raramente varían al ser planas.

Otras veces los problemas son las dificultades para conseguir la baja en una compañía, pues en muchos casos, la vía telefónica no es efectiva y el consumidor tiene que realizar la baja, tras varios intentos infructuosos, por escrito y de forma fehaciente, mediante una carta certificada o un burofax.

En otras ocasiones, aunque les tramitan la baja, lo hacen solo de forma parcial, y el consumidor ve que ya le está facturando la nueva compañía pero cuando se fija en sus cuentas bancarias ve que sigue habiendo cobros de la anterior operadora, ya sea por televisión, internet o una línea móvil que el consumidor ni conocía.

En relación a las ofertas comerciales, se dan problemas con promociones de servicios gratuitos, y muchas personas han acudido a Irache molestas porque han acabado pagando el servicio que era gratuito, ya que a veces el cliente, dado que la compañía no avisa de que ha acabado la promoción, no se ha acordado de dar de baja el servicio.

Otras veces la operadora no pone los medios para que el consumidor pueda darlo de baja y, aunque éste llama o escribe email para anularlo, se lo siguen cobrando durante meses y meses al precio ordinario.

Otro motivo de queja son las subidas unilaterales de precio por parte de las compañías, especialmente en los paquetes combinados, señala Irache, que recuerda que las operadoras más importantes han encarecido varias ocasiones en los últimos años las tarifas que habían pactado con sus clientes.

En algún caso, se han dado hasta cinco encarecimientos en poco más de un año y "muchos clientes acuden, indignados, ya que no entienden que la empresa pueda cambiar cuando ella quiera los precios que pactaron en su momento", y a día de hoy, el consumidor no puede aspirar a mucho más que a cambiarse de operador sin que le apliquen ninguna penalización, reconoce Irache.