ciudad del vaticano - La reunión de obispos de todo el mundo convocada por el papa Francisco para atajar los abusos sexuales a menores debe derivar en acciones concretas, según reclamaron ayer algunas víctimas tras una reunión con los organizadores.

La Iglesia de Francisco se prepara ya para celebrar una esperada reunión sobre la lacra de la pederastia en la que, desde hoy y hasta el domingo, participarán 190 jerarcas católicos, entre ellos 114 presidentes de las Conferencias Episcopales de todo el mundo.

La víspera fue el turno de las víctimas y el investigador del papa y arzobispo de Malta, Charles Scicluna, recibió a un total de once “supervivientes” de abusos sexuales y al periodista peruano que destapó el escándalo del Sodalicio, Pedro Salinas.

Se reunieron en el Instituto Agustiniano, junto a la columnata de San Pedro, durante algo más de dos horas, en un clima cordial pero a veces tenso, según relataron a su salida ante una multitud de periodistas, muchos enviados a Roma para cubrir esta cumbre.

Uno de los integrantes del grupo de víctimas era el español Miguel Hurtado, quien denunció los abusos que sufrió por parte de un monje del monasterio catalán de Montserrat y su encubrimiento y que salió de la reunión “decepcionado” por la falta de concreción.

“Ha sido una reunión honesta, pero me voy decepcionado, porque no me han presentado un proyecto concreto para luchar con esta pandemia global”, lamentó, visiblemente irritado.

Hurtado, de 36 años, reconoció que, en cualquier caso, la Iglesia les ha escuchado y que durante el encuentro, dijo, “las víctimas no nos hemos mordido la lengua”.

medidas específicas “Se acabó el tiempo de las palabras, es hora de acciones contundentes”, señaló, para después reclamar un “plan de acción global, creíble, con calendario”, y “medidas específicas” con “un régimen sancionador para los obispos que no lo cumplan”.

“Hacen falta cambios, como extender los plazos de prescripción en los delitos de pederastia, reformar la ley canónica para eliminar el secreto pontificio y establecer la tolerancia cero para todo el mundo: si tocas a un niño una vez, te vas a la calle”, detalló.

Otra de las víctimas fue el chileno Juan Carlos Cruz, uno de los denunciantes del cura Fernando Karadima y quien, más comedidamente, pidió a los obispos de la cumbre que obedezcan al pontífice argentino.

“Es muy importante que los obispos apliquen las leyes que ya existen, y que están muy claras, pero que no lo hacen”, refirió el chileno, a quien el Vaticano encargó formar este grupo de víctimas.

Cruz aseguró que el papa, con quien ya se reunió el pasado año, “está haciendo lo que se puede”, y avanzó que en la reunión las víctimas pidieron “transparencia, que se apliquen las leyes con rigor y que se coopere con la Justicia civil y se entregue a los criminales abusadores y a los encubridores”.

Del mismo modo, el periodista peruano reclamó acciones concretas para que “la tolerancia cero sea una cosa real y no una frase hueca, vacía y demagógica”.

“Yo creo que en el balance ha sido una buena reunión y lo que se reclama es acciones concretas, básicamente que la tolerancia cero sea una cosa real y no una frase hueca, vacía y demagógica”, apuntó.

Otro participante en el encuentro con el arzobispo Scicluna fue el estadounidense Peter Isely, quien se mostró notoriamente decepcionado por la ausencia del propio pontífice argentino. - Efe

“HAY NIÑOS DE CURAS por el mundo”

El Vaticano revela que hay una guía interna para los sacerdotes padres. Vincent Doyle, un psicoterapeuta irlandés, tenía 28 años cuando descubrió a través de su madre que el sacerdote católico conocía como su padrino, era en realidad su padre biológico. Un arzobispo le mostró un documento del Vaticano que señalaba las pautas para los sacerdotes sobre cómo afrontar el hecho de ser padres. Ahora el Vaticano ha confirmado que tiene pautas generales sobre qué hacer cuando los clérigos rompen los votos de celibato y tienen hijos. Pero el problema se está agravando y cada vez es más difícil de ignorar. “Hay niños por todos lados”, asegura Doyle.

Tras la cumbre, las conclusiones serán analizadas por los dicasterios de la Curia Romana. El director en funciones de la oficina de prensa del Vaticano, Alessandro Gissoti, anticipó que las conclusiones de la cumbre antipederastia serán analizadas por los distintos dicasterios de la Curia Romana. Los cardenales consejeros del Papa han decidido que la nueva Constitución será consultada con los órganos de las Iglesias locales como las conferencias episcopales, sínodos de las Iglesias orientales, dicasterios de la Curia Romana y demás instituciones.

100.000

víctimas. Los informes recabados por instituciones civiles y eclesiásticas de todo el mundo, confirmadas por las asociaciones de víctimas, apuntan que hasta 100.000 menores fueron abusados sexualmente en seminarios, colegios y centros propiedad o gestionados por la Iglesia católica.