Pamplona - La soledad como causa principal que conduce a la práctica sexual chemsex, el uso de drogas en las relaciones sexuales para potenciar o prolongar el encuentro sexual, ha sido una de las ideas que se han debatido en las III Jornadas de Sensibilización y Visibilización VIH, que se han desarrollado en la capital navarra. El evento, organizado por la comisión ciudadana antisida de Navarra, el colectivo Apoyo Positivo y el Ayuntamiento de Pamplona, aborda cuestiones como la educación sexual y la diversidad como herramienta para el cambio, el uso sexualizado de las drogas o los nuevos modelos preventivos.
Las jornadas reunieron a expertos en la materia como Ramón Espacio, presidente de la Coordinadora Estatal de VIH y Sida (Cesida); Julia del Amo, directora del plan nacional del sida; o Carlos Iniesta, representante de la Red de Investigación del Sida (RIS) en el Instituto de Salud Carlos III, entre otros. Bajo la temática del chemsex, Ignacio Labayen, de la Clínica 56 Dean Street, especializada en salud sexual y asesoramiento en los casos de VIH, señaló que la población que consume este tipo de drogas es la que presenta más riego de contraer el citado virus y donde más están aumentando las infecciones. En el chemsex se consumen drogas, como la metanfetamina, la mefedrona y el GHB, juntas o por separado, para potenciar el placer sexual y favorecer desinhibiciones.
Entre 2000 y 2005, en ciudades como San Francisco, Nueva York o Londres, comenzaron a aparecer nuevas drogas “más poderosas y sin manual de instrucciones”, un hecho que se unió a la aparición de aplicaciones móviles que permiten contactar con extraños. “Casi el 90% de las personas del chemsex se identifican como homosexuales, aunque también hay bisexuales o gente que quiere experimentar, con una media de edad de 40 años y con trabajo”, explicó.
¿Por qué es más practicado entre los homosexuales? “Estas personas desde pequeños escuchan palabras de rechazo y la idea de que está mal ser así. Cuando llegan a una gran ciudad y entran en contacto con la comunidad gay sienten que forma parte de algo y son aceptados. Pronto se topan con las drogas debido, en buena parte, a las aplicaciones que muchas veces se usan para buscar sólo caricias, besos o abrazos”, expuso Labayen y concluyó que las drogas provocan una falsa sensación “de manejo de la situación” con riesgos. - Efe