PAMPLONa - La médica de Familia, Victoria Güeto, es una de las especialistas en Navarra en tabaquismo y reconoce que “después de lo que supusieron las leyes Antitabaco de 2005 y 2010, que situaron a España como un país de referencia y en cabeza en la lucha contra el tabaquismo, ahora nos hemos dormido en los laureles. Al bajar la guardia, hemos perdido terreno y son muchos los países que nos han superado .Por eso está claro que hay que seguir avanzando en combatir el tabaquismo desde el punto de vista de la salud pública”. La experta afirma que la hoja de ruta para seguir en los puestos punteros “viene fijada por el paquete de medidas que recomienda el Convenio Marco para el Control del Tabaco de la Organización Mundial de la Salud. Entre las medidas propuestas se encuentran: Aumentar los precios de las cajetillas, que sería la medida más eficaz para reducir el tabaquismo especialmente entre los jóvenes y personas con rentas bajas; aumentar los espacios libres de humo a espacios abiertos donde se concentra mucha gente, como estadios deportivos, o a espacios privados como los coches, especialmente si en ellos viajan niños, y evitar todas las formas de publicidad del tabaco tanto abierta como encubierta. En esta línea existen medidas que tienen impacto, como el empaquetado neutro, presente ya en algunos países como Francia. El empaquetado neutro hace que desaparezca toda imagen de glamour de los paquetes de cigarrillos, ya que todas las marcas tienen el mismo envase liso, con las advertencias gráficas ocupando más espacio y con el nombre de la marca en letra de imprenta sencilla, disminuyendo su atractivo sobre todo para los jóvenes. Se trata de caminar hacia la desnormalización del consumo de tabaco, que fumar deje de ser normal”. También la experta habla del alto consumo juvenil: “Es una realidad que entre los jóvenes la proporción de fumadores sigue siendo muy alta, con un menor descenso del consumo en las chicas. Sabemos que la adolescencia es una etapa clave en el inicio del consumo ,por la presión del grupo, por la irreflexión típica de esta etapa, porque fumar hace sentirse mayor, y es la franja de edad en la que cuesta más concienciar sobre los perjuicios que produce el tabaco, ya que los daños a largo plazo se ven muy lejanos. A todo esto se suma que en España el tabaco es baratísimo. En cualquier país europeo la cajetilla ronda los 8 o 10 euros, y aquí cuesta cinco. Además, los jóvenes son el principal objetivo de la publicidad encubierta de la industria tabaquera, que compra a personajes públicos e influencers para que se fotografíen fumando y a productores de películas y series de televisión para que aparezcan actores fumando en ellas, patrocina eventos deportivos, y realiza campañas de publicidad al margen de la ley. El año pasado, desde la Sociedad Vasconavarra de Prevención del tabaquismo, denunciamos una campaña realizada a través de códigos QR presentes en las cajetillas, que permitía ganar premios claramente destinados a consumidores muy jóvenes, y que se saldó con una sanción millonaria a Philip Morris Internacional por publicidad ilegal. Güeto dice "En mi consulta ayudo todos los días a pacientes a dejar de fumar, pero no se acabará con la epidemia del tabaquismo desde las consultas, sino a través de la promulgación de leyes de prevención y control del tabaquismo en la línea del Convenio Marco de la OMS, y está en manos de cada país decidir a qué ritmo aplica ese tipo de medidas. - E.C.