Pamplona - Nunca en su historia un Gobierno de Navarra había destinado tantos recursos a la dependencia, la discapacidad y la enfermedad mental como en la actualidad, y es que para 2019 el Ejecutivo foral presupuestó más de 177 millones y medio de euros para la Agencia Navarra de Autonomía y Desarrollo de las Personas (excluyendo la subdirección de Familia y menores). Un hito que, según mostró en comisión parlamentaria el vicepresidente de Derechos Sociales, Miguel Laparra, se produce a pesar de la falta de compromiso del Estado, que según sus palabras, “ha sido una rémora y una dificultad en el sistema para seguir mejorando” en un momento de expansión en la demanda.

Según informó el consejero, en 2019 se han alcanzado “récord histórico” en la inversión en dependencia, superándose los recortes producidos en los años de la crisis con un incremento de 11 millones de euros con respecto a la aportación de 2010, que es el año en que se alcanzó el máximo de presupuesto en estas partidas. Además, destacó, durante la actual legislatura se ha producido un incremento de 36,6 millones de euros, lo que supone un 26% más.

A pesar de la recuperación de la inversión del Estado en esta materia en la Comunidad Foral durante la actual legislatura, que en 2018 aportó tres millones y medio más que en 2015, Laparra hizo notar que esta inversión no se ha recuperado en la misma línea que la del Gobierno foral, pues todavía está a más de tres millones de euros de su mayor aportación, también en 2010. Algo que, además, se produce en un momento en el que ha aumentado la demanda, sobre todo, por la incorporación de los dependientes moderados al sistema. “Aparte de que las cuantías son insignificantes en el conjunto de la financiación, todavía se está lejos de recuperar los niveles de 2010”, valoró Laparra señalando que “Navarra ha ido por delante y la aportación del Estado ha sido más bien una rémora y una dificultad para seguir mejorando al atención de la dependencia”.

Valoración El vicepresidente puso en valor de igual manera el “aumento significativo del trabajo realizado en cuanto a valoraciones respecto a al legislatura anterior”, ya que estas se han incrementado en un 37% durante la legislatura. Del mismo modo, señaló que, al aumento en el número de valoraciones, se le suma también una reducción significativa en el tiempo de valoración, que ha pasado de los 3,6 meses de 2015 al mes y medio del pasado año. Esto, explicó el consejero, se explica en el incremento del número de profesionales en el servicio de valoración de la dependencia, destacando el incremento entre quienes se dedican a la valoración económica, uno de los elementos en los que se ha revertido la privatización.

Servicios y prestaciones Las mejoras en la atención a la dependencia, indicó Laparra, se ven reflejadas también en el incremento tanto en los servicios como en las prestaciones económicas. En total, indicó, el número de personas que reciben alguna ayuda se ha incrementado en casi 5.000 personas a lo largo de la legislatura, lo que supone un incremento del 57%. Entre las prestaciones ofertadas, destacan la atención diurna que se ha incrementado en un 72%, la atención domiciliaria, que crece un 97%, o el programas de prevención y promoción de la autonomía, que crece un 679%. “Estos servicios se caracterizan por centrar al atención en el domicilio y la comunidad y en desarrollar atenciones con un carácter más preventivo”, subrayó Laparra asumiendo que esta es la línea en al que debe continuar trabajándose en el futuro.

También se ha incrementado el ratio de prestaciones que recibe cada persona dependiente, que pasa de 0,85 prestaciones por cada persona con valoración de dependencia en julio de 2015 a 1,15 en el pasado año, un aumento visiblemente mayor que el experimentado durante la pasada legislatura, pues en 2010 el ratio se establecía en 0.76 ayudas/persona. Este aumento en el número de prestaciones por persona, señaló, el vicepresidente de Derechos Sociales, es indicador de que en al actualidad existe en Navarra una mayor cobertura de la dependencia, pero además supone que esta atención es de mayor calidad. “Se cubren necesidades complementarias de cada persona y se ofrece una atención más personalizada y centradas en las necesidades de cada persona”, explicó.