PAMPLONA - La Asociación de trabajadoras del hogar y cuidadoras de Navarra se concentró ayer en Pamplona para reclamar los mismos derechos para su sector que para el resto. La protesta, con motivo del día internacional de las trabajadoras del hogar y cuidados, estuvo coordinada por una red estatal.

A día de hoy, estas trabajadoras son unas de las más precarizadas del mercado laboral. Aunque desde 2012 la ley obliga a sus empleadores a pagarles la Seguridad Social, no ha habido ningún otro avance.

Biki García, miembro de la asociación convocante de la concentración, explicó que muchas compañeras viven con incertidumbre, preguntándose, por ejemplo, “qué pasará si se muere el abuelo o abuela” a la que están cuidando. De hecho, las trabajadoras no cuentan con ningún subsidio de desempleo.

Tras la reforma de 2012, se fijó el 1 de enero del presente año como día límite para terminar con la discriminación al sector, pero actualmente el proceso está parado y el plazo límite prorrogado por dos años. Con este panorama, las cuidadoras están en situación de vulnerabilidad y a merced de la voluntad de los contratos de las familias empleadoras. La “peor situación”, denunció Biki García, “la viven las compañeras internas”. Una de ellas, que prefirió mantenerse en el anonimato por temor a ser despedida y quedarse sin ayudas, explicó que su trabajo consiste en “cuidar de una señora las 24 horas del día durante seis días a la semana. Por lo menos a mí me pagan la Seguridad Social”, expresó.

La esperanza de las trabajadoras del hogar y cuidadoras se reaviva, aseguran, en cada campaña electoral. Luego, criticó García, “los políticos no asumen sus compromisos porque para ellos somos totalmente invisibles”. Por eso, admitieron haberse segado a hacerse fotos con partidos durante la presente campaña. “Les dijimos que las fotos, para la legislatura”, sentenciaron.