El equipo PirosLife, coordinado por la Generalitat, considera que el viejo oso Pyros, padre y abuelo de la mayoría de los osos de los Pirineos, ha muerto al no tener noticias de él desde principios de abril de 2017, cuando fue fotografiado en Arán por última vez. “Con 29 años, unos 80 de los humanos, y después de este tiempo sin rastros, el equipo del PirosLife lo considera muerto”, aseguró este viernes la Conselleria de Territorio y Sostenibilidad de la Generalitat.

Pyros ha sido el macho dominante en el Pirineo durante más de 20 años y sus descendientes suman 55 ejemplares, de los cuales 30 son hijos directos.

Coincidiendo con el inicio de la salida de la hibernación de muchos de los osos que habitan los Pirineos, PirosLife ha hecho balance de 2018, año en el que se han detectado 40 ejemplares en el Pirineo de Francia, Navarra (las osas Sorita y Claverina), Aragón y Catalunya, tres menos que el recuento inicial de 2017.

Entre la cuarentena de ejemplares detectados en 2018 hay cinco de primer año nacidos en 2018, de las hembras Nheu, con tres cachorros, y Chataigne, con dos, de los que uno murió. Los tres osos que han desaparecido durante el 2018 son el cachorro, el oso Gribouille, del que no hay rastros desde el 2016, y el macho Pyros.

El seguimiento de los osos del Pirineo se lleva a cabo con un equipo que sigue los rastros biológicos (pelos y defecaciones) de los plantígrados y cogen muestras y las analizan para valorar la evolución de la población, con el apoyo de los agentes rurales. También realizan itinerarios para encontrar huellas y seguimiento con sistemas de fotografía y vídeo.