pamplona - En 2015 había una bolsa de 165 profesores que tenían una acreditación académica superior a la plaza que ocupaban. ¿Qué planes tiene para consolidar la plantilla docente?

-En la UPNA hay profesorado contratado y profesorado permanente. Las plazas de contratado las sacamos según necesidades y no suele haber problema mientras que las de permanente dependemos de la tasa de reposición que la marca el Gobierno central. En estos años hemos sacado unas 70 plazas y, en la actualidad, hay 75 personas acreditadas para titular de Universidad y la idea es sacar 60 plazas en los próximos tres o cuatro años. Para catedrático hay 39 personas acreditadas y ya han salido a concurso 25. Mi apuesta es hacer una política muy hacia las personas. Quiero prestar atención, por un lado, a las necesidades docentes de los departamentos y, por otro, a las expectativas de promoción. Quiero hacer un análisis ad hoc de cada departamento y configurar un plan de promoción que cubra necesidades presentes y futuras.

¿Cómo pretende compatibilizar la promoción de personas que llevan años investigando y trabajando para la universidad sin caer en la endogamia?

-Hay gente que se queda a hacer la tesis doctoral, luego se marcha y después vuelve. De todas formas la convocatoria es pública y puede entrar gente de fuera pero muchas veces no quiere venir nadie. Ocurre aquí y en muchas universidades. He vivido en Holanda año y medio y allá la gente se mueve muy fácil pero en España cuesta más. Y por otra parte atraer a profesorado extranjero es muy difícil porque para ejercer en España hay que estar acreditado por la ANECA. Eso en Europa no pasa. Allí presentas tu currículo, les gustas y te contratan. Por eso mucha gente que se forma en la UPNA termina de profesor en una universidad europea.

¿Qué proyectos tiene para el Personal de Administración y Servicios (PAS)?

-El principal proyecto estratégico es un plan de desarrollo de capital humano. Tenemos que analizar la estructura del PAS, las funciones en cada puesto y hacer una reorganización. Desde el punto de vista administrativo la UPNA ha cambiado mucho en estos años. Uno de los proyectos claves es la transformación digital que va acompañado de reducir la burocracia. Y luego muchos puestos de las personas habrá que promocionarlos, ver cómo reorganizar los recursos... Otro aspecto importante es el proceso de consolidación de puestos interinos del PAS que supondrá la estabilización de 90 plazas en los próximos tres años.

Y al alumnado, ¿qué le ofrece?

-Quiero fomentar la participación estudiantil. Para ello quiero crear espacios (makerspaces) donde se puedan reunir, participar, intercambiar opiniones... Y entre otras cuestiones preveo un plan de mejora del empleo y emprendimiento.

La UPNA hace muchos años que no crece en edificios, ¿cuál es su proyecto de infraestructuras?

-Aparte de la Ciudad Sanitaria, mi objetivo es utilizar las dos esquinas del Aulario, en la avenida Cataluña, y levantar en un lado un edificio de estudiantes, y en el otro, un espacio más relacionado con la divulgación y las exposiciones. También propongo construir un edificio de laboratorios para tener más espacio para los investigadores. Y luego la UPNA se involucraría muchísimo si el Gobierno de Navarra lanza finalmente el polo de innovación digital I+D previsto frente al edificio Jerónimo Ayanz.

¿Sigue apostando por Tudela?

-Creo que no es acertado pensar que la UPNA va a ser el tractor de Tudela sino que debe ser el ayuntamiento quien defina una estrategia y nosotros nos alinearemos con ella en todo lo que podamos aportar. También me gustaría buscar una sede en el centro de Tudela (como hemos hecho en Pamplona con el edificio de la Salesas) para cursos y el Aula de la Experiencia.

En su programa apuesta por una universidad sostenible e igualitaria. ¿Qué propone?

-En lo que respecta a la parte sostenible estamos trabajando para que la UPNA sea autosostenible energéticamente. Con esto va a un plan de movilidad para mejorar los accesos en bici. En cuanto a Igualdad quiero desarrollar un nuevo plan que promueva la igualdad entre mujeres y hombres y aplicar aspectos de género en la valoración de los méritos académicos o de investigación teniendo en cuenta las bajas de maternidad o las excedencias por cuidado de hijos. - María Olazarán