girona - Un bebé prematuro nacido con 600 gramos de peso y que estaba ingresado en el hospital Doctor Josep Trueta de Girona falleció el pasado domingo debido a una infección por la bacteria Klebsiella pneumoniae, la misma que causó la muerte en abril de otros dos bebés en el hospital Vall d’Hebron de Barcelona.

Según informó ayer el Departamento de Salud de la Generalitat, actualmente otros dos bebés prematuros permanecen ingresados en el hospital gerundense al haberles detectado también la presencia de la bacteria, si bien no han enfermado.

El bebé fallecido era un prematuro extremo que nació a las 24 semanas de gestación y que estaba ingresado en la Unidad de Neonatología del Hospital Universitario Doctor Josep Trueta, en Girona.

La bacteria que le afectó, la Klebsiella pneumoniae, vive en el tubo digestivo, aunque se encuentra en cualquier lugar del medio ambiente y también en el intestino de muchos seres vivos, y entre los factores de riesgo para contraerla figura la prematuridad, por lo que las unidades de neonatología son espacios en los que se pueden detectar brotes.

La del Hospital Doctor Josep Trueta declaró la presencia de la bacteria al Servicio de Vigilancia Epidemiológica del Departamento de Salud en Girona y aplicó el protocolo de actuación.

más medidas de control Tras la detección del brote, esta unidad de neonatología asegura que ha extremado las medidas de control y prevención encaminadas a reducir el riesgo de contagio, a detectar precozmente a los portadores de Klebsiella pneumoniae, a identificar posibles focos del brote y a realizar el seguimiento con profesionales de diferentes ámbitos sanitarios junto a la dirección del centro.

La bacteria que ha provocado el fallecimiento de este bebé es la misma que en abril causó la muerte de otros dos prematuros en el Hospital Vall d’Hebron y que obligó a aislar a ocho más, también afectados aunque sin síntomas.

Ambos presentaron un cuadro de enterocolitis, una patología muy frecuente entre los prematuros, que causa la inflamación del intestino y facilita el paso de las bacterias a la circulación sanguínea que derivó en una sepsis y la muerte de los pequeños. - Efe