pamplona - Las mujeres pendientes de atender en el programa de prevención de cáncer cervical pasaron de ser 15.137 en abril de 2017, a 4.251 en abril de este año, lo que supone una reducción de la espera del 72% en los dos primeros años de funcionamiento de dicho programa. El principal motivo que ha influido en esta disminución de las pacientes pendientes de atender es la incorporación de matronas y personal de enfermería al protocolo de prevención de cáncer cervical, lo que ha provocado un aumento del número de consultas realizadas. En concreto, en 2018, este programa registró 24.314 consultas atendidas, duplicando las cifras de atenciones registradas en 2016 -un año antes de iniciarse las acciones de mejora- cuando se atendió a 12.553 mujeres.

El incremento de consultas se debido gracias a la incorporación al programa de matronas y personal de enfermería de los Centros de Atención a la Salud Sexual y Reproductiva (CASSyR) con experiencia en el abordaje y atención en ginecología. Este personal, subrayó el Gobierno foral en una nota, está capacitado para la realización de la citología y la historia completa de antecedentes personales y familiares, signos y síntomas. Al respecto, recordó que la toma de muestra para la realización de citologías por parte de personal de enfermería ya se estaba realizando previamente en los CASSyR y el resto de comunidades.

En lo relativo a los problemas de espera, la demora en la atención se había producido con base a la presión de las citas de embarazos y de patología ginecológica que originaba un retraso en las citas de prevención. Así pues, la adquisición de competencias por parte de enfermería condujo a “un análisis de la situación y a cambios que ofrecen resultados”, según explicó el Ejecutivo. Además, en las consultas preventivas se efectúa una valoración sobre el estado ginecológico de la paciente y se le ofrecen consejos para su autocuidado.

En el propio protocolo se establecen los criterios de participación del ginecólogo en los casos en los cuales esté técnicamente indicada una exploración adicional o que precisen un diagnóstico o seguimiento clínico. Asimismo, en el caso de existir algún otro motivo de consulta, la matrona o personal de enfermería le valorará y derivará al ginecólogo o ginecóloga en caso de ser necesario. Actualmente, no existe evidencia científica para la realización sistemática de ecografías u otras pruebas de detección precoz. En la mayoría de las mujeres, 92-94%, el resultado es normal.

inicios del programa En 2017 se comenzó a diseñar el modelo organizativo del futuro programa poblacional en base a las necesidades de la población navarra. Como paso previo orientado al desarrollo del nuevo programa -y a propuesta del grupo técnico formado por profesionales de enfermería y ginecología y la dirección del Complejo Hospitalario de Navarra, avalados por el Comité de Salud Sexual y Reproductiva de Navarra- se revisó y actualizó el protocolo de prevención de cáncer de cuello uterino con base a criterios de evidencia y en coherencia con las recomendaciones de la Estrategia nacional en materia de prevención de cáncer. - D.N.

Citología. En relación a las técnicas diagnósticas en Navarra se ha comenzado a emplear la citología en medio líquido en aquellas pacientes que sea posible, sin esperar a la implementación del futuro programa poblacional de detección precoz de cáncer de cérvix en el que se está manejando el empleo de la hibridación de HPV, con o sin citología, cada cinco años, en tramo de edad de 30 a 65 años.