pamplona - Dos miembros de la Asociación de Víctimas de Abusos en Centros Religiosos de Navarra hicieron ayer entrega en el Arzobispado de Pamplona de una carta en la que pedían información al arzobispo Francisco Pérez o al vicario judicial Carlos Ayerra acerca del conocimiento que tiene la Iglesia navarra sobre los casos de abusos sexuales ocurridos y en la que pedían también conocer las medidas que se hayan adoptado o vayan a implantarse para perseguir estos hechos y que, de esta manera, no vuelvan a ocurrir.

La entrega de este documento tiene relación directa con la entrada en vigor el próximo 1 de junio de la Carta Apostólica que el Papa Francisco promulgó a principios de mayo en la que recogía las nuevas medidas que deben adoptar todas las diócesis del mundo para prevenir y combatir los abusos sexuales cometidos por miembros de la Iglesia contra menores de edad y personas vulnerables.

Guillermo, víctima de abusos por parte del padre Senosiáin en el Colegio de los Padres Reparadores de Puente la Reina en los años 70, y Estanislao (nombres ficticios), víctima de las conductas pedófilas del hermano Julián en el centro de los Maristas en Pamplona en los 50, fueron quienes actuaron en nombre de la asociación de la que forman parte para recabar información acerca del interés de la diócesis sobre estas cuestiones. “Nuestro interés es que la Iglesia sea consciente del daño físico y psíquico que ha originado en los niños que fueron abusados, y cómo influye eso en el desarrollo posterior de la personalidad de cada uno. Unos hechos que también dañan a la propia Iglesia”, explicaron ayer frente al Arzobispado de la capital navarra tras hacer entrega de la misiva.

plantón en el arzobispado Lejos de recibirles el arzobispo de Pamplona y obispo de Tudela, Monseñor Francisco Pérez, Guillermo y Estanislao habían quedado en reunirse con la secretaria del Arzobispado para registrar la carta, aunque esta nunca apareció, al parecer, porque estaba “demasiado ocupada en otra reunión”. Para las víctimas este hecho de ni siquiera dar la cara no es más que otro signo de la falta de interés de la institución a la hora de tomar cartas en el asunto. “Todos los pasos que hemos dado hasta ahora con la diócesis de Pamplona han caído en saco roto. Todavía hoy seguimos esperando a que suene el teléfono y tener una respuesta clara del arzobispo”.

tercera visita a la diócesis Las esperanzas de recibir una respuesta clara eran prácticamente nulas, y es que la de ayer fue la tercera ocasión (en el caso de Guillermo) en la que las víctimas de pederastia en centros religiosos de Navarra daban el paso de presentarse en el Arzobispado con el objetivo de conseguir alguna respuesta, aunque se marcharan sin ella una vez más.

Fue hace dos años, antes de interponer una denuncia policial, cuando Guillermo consiguió reunirse con el arzobispo, al que le comunicó los abusos sexuales que tanto él como su hermano sufrieron durante su estancia en los Reparadores. Guillermo contó que el jefe eclesiástico le respondió pidiéndole que le entregara, para guardarla en un cajón, la carta que su hermano le dejó antes de morir en la que relataba los horrores sufridos en el centro. Guillermo se negó a tal cuestión. El segundo encuentro en el Arzobispado tuvo lugar en marzo entre el vicario judicial, y Guillermo y Koldo, exalumno de El Puy de Estella, que denunció los abusos del padre San Julián. Las dos víctimas se sintieron decepcionadas ante la nula voluntad de contribuir a esclarecer los casos.