Pamplona - Más de 54.000 persona han visto mejoradas sus condiciones y calidad de vida tras 4 años de políticas sociales y de empleo progresistas. Ésta es una de las conclusiones que se pueden extraer del primer informe de “Coyuntura Social” elaborado por el Observatorio de la Realidad Social presentado ayer por el departamento de Derechos Sociales y que se emitirá de forma semestral para “facilitar información útil” a las personas que hacen uso de los servicios sociales, el empleo y la vivienda, así como a profesionales, a la población y a las entidades. Los datos contenidos en este portal permiten elaborar una visión global de la situación social de la Comunidad Foral en términos estadísticos y vislumbrar algunas tendencias y efectos directos e indirectos de la gestión de la Administración. Aunque hay muchos factores a tener en cuenta, tomando como referencia los tres pilares en los que se basa la inclusión social de una persona (tener casa, trabajo y apoyos para optar con igualdad, si padece problemas físicos, psíquicos o socioeconómicos) se puede bocetar una cifra de personas que han mejorado su situación debido a un compañamiento social (en 2018 hay 16.614 usuariosmás de Unidades Sociales de Barrio que en 2014); ayudas a vivienda (más de 5.000 gracias a diferentes vías como apoyos a rehabilitación, emancipación...) y empleo (32.000 personas más afiliadas a la Seguridad Social que al principio de la legislatura). Es cierto que en algunos casos, como en éste, no hay una relación causa-efecto (sin entrar a analizar la calidad del empleo) y que hay personas que han podido recibir apoyos desde algunos de los tres bloques por lo que se duplicarían, pero también lo es que una parte de las prestaciones (la renta garantiza) se dan a unidades familiares (con una media de 2,4 miembros) no a individuos con lo que la cifra de 54.000 puede ser incluso corta.

El informe como tal no entra a realizar este cálculo global (se limita a repasar las diferentes facetas), dato que tampoco lo dieron sus autores. No obstante, sí que suscribieron una valoración “claramente positiva” de la legislatura, en la que, además de un aumento presupuestario, esos recursos “han servido para atender a muchas más personas, con servicios de mayor intensidad y con reducción de problemas sociales”. El consejero Miguel Laparra, el director general del Observatorio, Patxi Tuñón; y el director del servicio, Antidio Martínez de Lizarrondo pusieron en valor la eficacia de una apuesta presupuestaria y de gestión del Gobierno del cambio que ha supuesto un incremento acumulado en el departamento de un 36,4%. Lo que sí hace el informe es una comparativa en diferentes subconceptos comenzando por el de usuarios de los Servicios Sociales y pasando luego a Vivienda y Empleo.

servicios sociales de base

‘Los centros de la salud social’

Un incremento del 35% de usuarios al pasar de 47.579 a 64.190

Las Unidades de Barrio son la ventanilla de entrada en el primer nivel de la atención. Vienen a ser el equivalente al Centro de Salud y el o la trabajador/a social realiza el papel del médico de Atención Primaria. Los datos globales hablan de un incremento neto de 16.614 personas. Esto no quiere decir que todas ellas hayan sido “derivadas” a otro tipo de servicios más “especializados” (atención a dependencia, discapacidad, menores, enfermedad mental....) pero una gran parte de ellas sí, a tenor de los datos desglosados en esos subapartados. Así, en el ámbito de la dependencia, hay 15.674 personas con reconocimiento de la dependencia en el año 2018, un 13,4% más que en 2010. Estas personas reciben 19.388 servicios y prestaciones que suponen un 66,2% más que en 2010. En cuanto a las personas con discapacidad, en el año 2018 recibieron 18.675 prestaciones o servicios, lo que supone un 29,8% más respecto al año 2012. En el caso de personas con enfermedad mental, en 2018 se alcanzaron los 10.691 servicios y prestaciones de atención a las mismas, lo que supone un 34,8% más que en 2012. Igualmente, respecto a los programas de infancia y familia, en 2018 se alcanzaron los 797 menores en situación de guarda y los 427 menores tutelados. Estas cifras son equivalentes a un incremento del 25% en el primer caso y a duplicarse en el segundo, respecto al año 2010.

empleo

El mejor dato histórico

Actualmente hay 32.000 personas más trabajando que en 2014

En materia de empleo, destaca la evolución del desempleo de larga duración, que se ha reducido de 28.500 personas en el pico de 2013 a las 14.700 del año 2018. El porcentaje sobre el conjunto de la población activa ha pasado de ser el 9,1% al 4,7%. En cuanto a la contratación indefinida, un dato positivo -dijeron- son los 25.884 contratos indefinidos alcanzados durante el año 2018, lo cual duplica los 12.456, del peor año de la crisis, esto es, del año 2013. Por otra parte, si se toma como dato de referencia el empleo, las afiliaciones a la Seguridad Social, han pasado de unas 190.000 personas a más de 222.000.

Vivienda

Indicadores positivos

Unas 3.000 ayudas más a rehabilitación y 1.800 para jóvenes y familias

Finalmente, en el ámbito de la vivienda hay un incremento de la demanda de vivienda de alquiler que prácticamente se ha duplicado respecto al año 2015. Señalan también una reducción significativa de las ejecuciones hipotecarias (uno de los aspectos más duros de la crisis económica) entre el año 2012 y 2018, con una reducción del 80,2%. Si en 2012 las ejecuciones hipotecarias en Navarra suponían el 0,89% del conjunto de España, en el año 2018 fueron el 0,59% (siendo Navarra el 1,3% de la población estatal). Respecto al mercado de la vivienda, se ve su recuperación, incrementándose la venta de viviendas de 3.383 del año 2013 a 7.158 en el año 2018, cifra que se acerca a las que existían en Navarra antes de la crisis.