PAMPLONA - El Gobierno de Navarra intensificará durante este verano las instalaciones y condiciones sanitarias de 296 piscinas de uso colectivo, donde el año pasado se registraron treinta propuestas de expedientes sancionadores. Las medidas de control del programa de vigilancia sanitaria de piscinas se aplicarán sobre todas ellas, excepto las exclusivamente familiares, privadas o plurifamiliares de menos de 20 viviendas. En el resto de instalaciones en las que intervenga el Ejecutivo se deberá aplicar la nueva normativa foral, que obligará a las y los socorristas a obtener un título profesional en un plazo máximo de tres años para seguir ejerciendo.

Con estas medidas, el Instituto de Salud Pública y Laboral de Navarra pretende prevenir y evitar riesgos físicos, químicos o microbiológicos derivados del uso de estas instalaciones recreativas como, por ejemplo, los traumatismos, accidentes, ahogamientos y las enfermedades infecciosas, digestivas, respiratorias y cutáneas.

Las labores de control serán realizadas directamente por operarios de la propia institución gubernamental, excepto en Pamplona y Tudela, donde los ayuntamientos cuentan con servicios sanitarios propios.

NUEVA NORMATIVA En diciembre de 2018 entró en vigor el Decreto Foral por el que se establecen las condiciones higiénico-sanitarias y de seguridad de las piscinas de Navarra. Uno de los objetivos era alinearlo con la nueva normativa estatal, que incorpora condiciones de calidad del agua y del aire, regula la información que debe darse a las personas usuarias, establece la nueva formación para los socorristas, regula las atracciones acuáticas y simplifica los trámites administrativos.

Además, la nueva regulación actualiza las condiciones estructurales que deben cumplir las instalaciones, para lo que el Gobierno de Navarra ha destinado 500.000 euros en ayudas con el fin de adaptarlas a las nuevas exigencias legales.

Por otra parte, el Instituto de Salud Pública y Laboral de Navarra aprovechó el comunicado sobre la intensificación de las medidas de control de las piscinas para recomendar a las personas usuarias que deben adoptar comportamientos responsables como, por ejemplo, ducharse y utilizar crema solar antes y después del baño; emplear calzado de goma en el perímetro de los vasos, en los vestuarios y en las duchas, así como gafas protectoras para evitar posibles infecciones en los ojos, etc. Además, ofrece otros consejos para evitar ahogamientos en las piscinas, como vigilar constantemente a las y los menores de diez años cuando estén en el agua, no permitirles acceder solos a la piscina, abandonar el agua si se sienten escalofríos, fatiga, dolor de cabeza o cansancio; y seguir las instrucciones del personal socorrista.

Este último podrá mantener a los actuales titulares independientemente de que dispongan de la acreditación profesional. Para ellos habrá un periodo transitorio de tres años, lo que significa que las personas que obtuvieron el título de socorrismo antes del 16 de diciembre de 2018 podrán seguir ejerciendo durante el periodo de adaptación a la nueva normativa establecido, mientras que a las nuevas incorporaciones de socorristas se les exigirá la titulación profesional.

Los controles impulsados por el Instituto de Salud Pública y Laboral de Navarra consistirán en la comprobación de las autorizaciones administrativas, la inspección de las instalaciones y el cumplimiento de las condiciones técnicas y de seguridad exigidas por la normativa foral (pavimentos antideslizantes, vallados perimetrales y acceso, señalización de la profundidad de los vasos, visibilidad de los elementos lúdicos, presencia de socorristas con formación y en número adecuado, existencia de botiquín, etc.), así como la realización de los análisis de la calidad del agua y del aire (en el caso de los vasos cubiertos) exigible por la normativa estatal.

incumplimientos EN 2018 Durante la pasada temporada estival, Salud Pública realizó 30 propuestas de expedientes sancionadores, lo que se corresponde con el 11,6% de las instalaciones, además de 53 requerimientos por incumplimientos menores. Las principales irregularidades detectadas fueron de tipo microbiológico o por ausencia de desinfectante.

En total, se auditaron 257 Declaraciones Responsables de Funcionamiento, presentadas por los titulares de las instalaciones, se realizaron inspecciones in situ a 104 piscinas y se comprobó si el personal socorrista poseía la titulación y otras adicionales para verificar el cumplimiento de legislación vigente. En cuanto a los resultados de la calidad del agua, en los vasos cubiertos se recogieron 105 muestras, de las que trece no superaron los controles de calidad (12,4%), y en vasos descubiertos 103 muestras, con 23 no aptas (22,3%).

Además, se notificaron 2 ahogamientos, un síncope, una parada cardio-respiratoria y una picadura grave por insecto. Por último, se realizaron 89 inspecciones sobre el cumplimiento de la Ley del Tabaco en las piscinas, sin detectarse incumplimientos.

Gobierno de Navarra. Mediante el Instituto de Salud Pública y Laboral, el Ejecutivo Foral controlará el cumplimiento de la normativa.

Entidades locales. Los ayuntamientos de Pamplona y Tudela disponen de servicios sanitarios propios y gestionarán el control dentro de sus términos municipales.

104

Fue el número de controles que se llevaron a cabo sobre el terreno el año pasado, lo que supone una inspección total del 11,6% de las piscinas.

Medio millón de euros. El Gobierno de Navarra ha destinado 500.000 euros en ayudas para que las piscinas cuyas instalaciones no cumplan con la nueva normativa puedan realizar obras de adecuación.

22%

De las 105 muestras de agua recogidas en 2018, 23 no pasaron los controles de calidad.