De gancho, una princesa saudita , viuda de un magnate del petróleo que murió sin dejar hijos y con un pastizal disparatado en el banco de 26,1 billones de euros (26.143.000.000 millones de euros, literal). Todo un engaño desorbitado que se ha difundido masivamente por correo electrónico recientemente para cometer estafas con el método conocido como estafas nigerianas, a través del cual el autor de los hechos trata de conseguir dinero de sus víctimas prometiéndoles la entrega posteriormente de una cantidad superior.

La Guardia Civil de Navarra alertó ayer de este rebuscado intento de estafa en el que el autor pide colaboración para desbloquear los exagerados fondos depositados en un banco árabe. El receptor del correo sería la persona seleccionada casualmente para recibir en herencia la fortuna de esta persona, con la condición de que lo done íntegramente a la beneficencia antes de que unos familiares se lo gasten.

Como estrategia para consumar la estafa, la carta detectada alude continuamente a las creencias religiosa del destinatario e intenta convencerle de que ha sido elegido por designio divino, mientras la princesa “oraba y busca por Internet”, y después de una concienzuda selección de perfiles que podrían ser de ayuda para consumar el objetivo de acceder a la millonada bloqueada de su difunto marido.

UN RELATO LACRIMOSO En su intento por persuadir al receptor de la carta nigeriana, la princesa afirma que también es víctima de los familiares de su difunto esposo, quienes estarían expoliando sus riquezas en Londres. Por ello, la dama clama ayuda para evitar que también se hagan con la millonada que se encuentra fuera de su alcance, asegurando que necesita a una persona que interceda por ella para realizar la transacción que le permita disponer del dinero.

Para ello, le anuncia al incauto destinatario que un abogado le contactará en breve y se compromete a destinar los millones de su esposo a “organizaciones benéficas y hospitales”, con la invitación expresa de que “pueden visitarme aquí si así lo desean”. Sin embargo, este disparate, afirman desde la Guardia Civil, está pensado para que los receptores del correo paguen una cantidad económica con la promesa de recibir posteriormente un dinero que realmente no existe.

En este sentido, el Instituto Armado explicó ayer en un comunicado que “el concepto principal de este tipo de estafas y que nos debe hacer sospechar es que en estos correos se solicita una cantidad de dinero a cambio de algo que siempre parece ser muy beneficioso para el receptor del mensaje”. En este tipo de correos se pide dinero en concepto de ayuda para desbloquear una cuenta bancaria, para pagar gastos médicos, gestionar un billete de regreso de un país de África, una herencia o una lotería que la víctima adquirirá.

Ante estos mensajes, la Guardia Civil señala que no se debe realizar ningún pago ni contestar al correo electrónico y, si se da el caso de que alguien ha sido víctima y lleguen a abonar alguna cantidad de dinero, tiene que presentar denuncia en una de las oficinas de atención al ciudadano de la Guardia Civil, mientras que para cualquier duda, también está disponible el teléfono 062 de la Guardia Civil.