DONOSTIA. Según ha informado el Departamento vasco de Seguridad, sobre las nueve y media de la noche del pasado jueves, la Ertzaintza fue alertada de la presencia de un individuo con las manos ensangrentadas en un balcón de un piso ubicado en un céntrico inmueble de Errenteria.

Hasta el lugar se desplazaron dotaciones de protección ciudadana de la Ertzaintza, que confirmaron cómo un varón presentaba varios cortes sangrantes en un brazo, por lo que se solicitó una ambulancia para atenderle. El herido en un primer momento indicó que se encontraba sólo en la casa pero, ante la solicitud de realizar una comprobación en el interior, reconoció finalmente que también estaba una mujer en una habitación.

Los recursos policiales se dirigieron hacia dicha estancia que tenía la puerta cerrada. Tras identificarse como ertzainas, abrió una mujer, que se encontraba bajo un estado de nerviosismo. La mujer informó que convivía desde hacía un mes aproximadamente en régimen de alquiler con el varón y otra persona, que en esos momentos no estaba en la casa.

Según el relato aportado, el herido le había propuesto mantener relaciones sexuales. Ante su respuesta negativa, le agarró de un brazo y comenzó a realizarle tocamientos. Tras mantener un forcejeo, pudo zafarse del agresor y refugiarse en su habitación. Poco después, escuchó un golpe y ruido de cristales rotos.

Ante tales hechos y una vez verificado que una ventana tenía varios cristales fracturados, al parecer, provocado por el propio herido, se procedió a su detención. La mujer fue acompañada por una patrulla hasta el ambulatorio de Errenteria para ser asistida.

El implicado fue trasladado hasta el Hospital Donostia, donde quedó ingresado debido a los cortes causados al romper a golpes los cristales, en calidad de detenido.