Roma- Los mensajes de apoyo siguen llegando mientras la capitana del barco de la ONG Sea Watch, Carola Rackete, se encuentra en arresto domiciliario por atracar en Lampedusa sin permiso. Mensajes solidarios a los que se han sumado también los de algunos países, como Francia y Alemania, que acusan a Italia de criminalizar a quienes salvan vidas.

Rackete fue arrestada este sábado tras atracar en el puerto de la isla italiana de Lampedusa para que desembarcasen los 40 migrantes que habían sido rescatados el 12 de junio a pesar de las órdenes de no hacerlo. Se le acusa de violación del artículo 1.100 del código de navegación sobre resistencia o violencia contra nave de guerra, un delito que conlleva penas de 3 a 10 años de cárcel.

El ministro de exteriores alemán, Heiko Maas, afirmó en Twitter sobre la capitana que “rescatar vidas humanas es una obligación humanitaria. El rescate marítimo no debe ser criminalizado” y que ahora “depende del poder judicial italiano aclarar las acusaciones rápidamente”.

Mientras, el ministro del Interior francés, Christophe Castaner, señaló que “el cierre de los puertos es una violación del Derecho del mar”.

Y el responsable de Exteriores de Luxemburgo, Jean Asselborn, en un llamamiento en Facebook dirigido a su homólogo italiano, Enzo Moavero Milanesi, expresaba que “salvar vidas es un deber y no puede ser nunca un delito o un crimen. No hacerlo, sí que lo es”.

De los migrantes a bordo del Sea Watch 3, Francia se ha mostrado disponible a acoger a trece; Alemania, a diez; Finlandia, a ocho, y el resto se repartirán entre Luxemburgo y Portugal. Todas esas declaraciones no le han sentado bien al ministro italiano del Interior, Matteo Salvini, responsable de la política antiinmigración de su Gobierno.

“Visto que el Elíseo ha dicho que los puertos están abiertos, la próxima vez indicaremos Marsella o Córcega como destino”, dijo Salvini en una entrevista publicada ayer en el diario La Verita.

Salvini también carga contra el estado de necesidad declarado por la capitana del Sea Watch 3 para justificar su entrada en el puerto italiano de Lampedusa sin autorización estatal. “Ninguno de los 42 migrantes tenía problemas de salud. ¿De qué estado de necesidad estaba hablando (la capitana)?”, se preguntó Salvini en Facebook.

Los abogados de Rackete han explicado que la audiencia podría celebrarse hoy mismo o mañana, mediante la cual tiene que ser convalidado el arresto y se procederá a su interrogatorio. La capitana sigue estando “muy determinada en reivindicar sus decisiones”, explicaron los abogados a los medios de comunicación, a lo que aseguraron que el choque con la lancha de la Guardia de Finanza italiana durante la operación de atraque “no fue un acto criminal ni hubo voluntad”, sino solo “la necesidad de llevar a salvo a estas personas que se encontraban en condiciones extremas”.

Open Arms Por su parte, el barco de la ONG española Open Arms rescataba ayer a 40 migrantes, entre ellos cuatro bebés y tres embarazadas, en una barca procedente de Libia, que va camino del puerto de Lampedusa. Los rescatados presentaban un “alto nivel de deshidratación” después de tres días de travesía, según el mensaje publicado en su cuenta oficial de Twitter. “Les hemos atendido y activado a administraciones pertinentes para que se hicieran cargo. Ahora les escoltan hasta Lampedusa”, concluye el mensaje de Open Armas.