pamplona - El juicio por la violación múltiple a una menor por la conocida ya como la Manada de Manresa continuó ayer, aunque la sentencia no se conocerá hasta después de verano. Los mensajes de Whatsapp que los Mossos d’Esquadra intervinieron en los teléfonos de la menor y de algunos de los acusados confirmarían la versión de la víctima que, después de los hechos escribió a su mejor amiga: “¿Tú crees que si voy bien me lo hago con siete u ocho? Me drogaron”.

El agente de la policía catalana declaró ayer que es clave otro de los mensajes que advertía: “Como Bryan -el principal acusado- se entere de que digo nombres, me mata”. También se le encontraron mensajes sobre lo sucedido en la fábrica abandonada a Bryan Andrés M., quien, la mañana siguiente de la violación múltiple, escribió una cadena de wasaps a la menor afeándole que hubiera mantenido relaciones sexuales con “todos” los de la fiesta. Sin embargo, también se le intervinieron otros dos mensajes en los que confesaba haber tenido un contacto sexual con la víctima mientras ella “se quejaba” y se jactaba de lo sucedido: “lo pasamos bien, ja ja ja”.

Asimismo, el policía que detuvo en su casa a Bryan Andrés M. contó que cuando acudieron en su domicilio para detenerlo encontraron una pistola en un cajón que, tras analizarla, comprobaron que era de aire comprimido. Igual a la que la víctima hizo referencia en su declaración cuando dijo que se sintió intimidada por una pistola que se pasaban entre ellos.

Ante el tribunal, testificó también Saray, la supuesta novia de Bryan Andrés M., quien negó que la menor fuera violada en el “botellón” y afirmó que la chica le dijo que estaba “feliz” cuando ella le preguntó.

La madre de la víctima explicó que tras los hechos, que se remontan a 2016, su hija ha tenido “miedo a todo”. “Se cree que la van a matar”, dijo y corroboró que la menor ha necesitado y sigue necesitando ayuda psicológica. La tía de la niña, a quien vio la mañana siguiente de los hechos, relató que la menor llegó a su casa sin ropa interior y con unos pantalones manchados de sangre, y que fue tras recibir llamadas de uno de los acusados y de la principal testigo que empezó a recordar detalles. - D.N.