MADRID.- Un análisis del Observatorio de la Sostenibilidad advierte en el horizonte de 2050 a las Islas Canarias occidentales, Comunitat Valenciana y Navarra de incrementos de las precipitaciones en la media anual de carácter moderado y distribución irregular en el tiempo, por lo que fenómenos de gota fría se prevén más intensos y frecuentes.

El informe augura sin embargo en el mismo escenario temporal un descenso de las precipitaciones como tónica general, más acusado en el noroeste peninsular, y un aumento de las mismas solo en el Levante.

Estos datos se ponen de relieve en el informe "Evolución de las precipitaciones en España" del Observatorio de Sostenibilidad (OS), presentado este jueves con registros de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) desde 1965 para dar visibilidad al uso del agua.

El documento incide en que las lluvias escasearán donde más llueve en la actualidad, alcanzando reducciones máximas en áreas de Galicia interior, Lugo y Orense con disminuciones de más de 500 litros por metro cuadrado anuales.

En todo el noroeste peninsular el resultado será "tan drástico", según el documento, que su vegetación y agricultura serán más similares a las del sudeste peninsular, abandonando la tradicional imagen de bosques mixtos caducifolios y prados tan usuales en esos territorios.

Respecto a las temperaturas, el estudio indica que debido al calentamiento global estas se intensificarán, por lo que si se mantiene una perspectiva de escasez de precipitaciones, cada vez habrá menos disponibilidad de agua.

El informe, que también ha estudiado la tendencia de las precipitaciones entre el periodo 1965-2018, arroja que en su conjunto estas son "similares a las de hace unos años", es decir, no consta una tendencia significativa ni de aumento ni de disminución.

Por comunidades autónomas y en el periodo 1981-2018, se observa un fuerte receso de las lluvias en Galicia y Canarias, pocas variaciones en Cataluña y un importante aumento en Asturias, Navarra, Cantabria, Baleares, Extremadura y País Vasco; el resto de comunidades muestra una subida, pero ligera.

Si el análisis se aplica a capitales de provincias y en el mismo periodo temporal, la fuerte disminución de precipitaciones sobresale en Vigo, Girona, Córdoba, Cádiz, Sevilla, Asturias, Bilbao y Cuenca y, por el contrario, la tendencia lluviosa aumenta en Jaén, Palencia, Lugo, Huelva, Segovia, Ourense y A Coruña.

Otro aspecto de gran relevancia es el que atañe a las confederaciones hidrográficas: entre 1990-2016 las lluvias han subido en todas las cuencas, sobre todo en la del Guadalquivir, cuenca del Norte y Sur, Guadiana, Ebro y Duero, si bien la del Tajo es la que menos ha aumentado.

Ante esta situación, desde el Observatorio recomiendan incrementar los esfuerzos de concienciación de que el agua es un recurso limitado y proponen gestionar de manera responsable e inteligente el recurso, potenciar acciones de conservación del agua en la naturaleza -suelo y bosques- y fomentar la inversión en la investigación de las dinámicas meteorológicas.

El Observatorio de la Sostenibilidad subraya que aunque estos datos son preliminares, la falta de precipitación, los episodios de calor, inundaciones puntuales y las evidencias de la crisis climática justifican este análisis desde que existe información cuantitativa.

Los autores del estudio argumentan que la "clara tendencia en la disminución de precipitaciones" en algunas regiones debería propiciar un estudio serio para tomar medidas que garanticen la disponibilidad y abastecimiento futuro del agua en ciudades, zonas verdes o cultivos.

Asimismo detallan que en la metodología empleada en el informe se han utilizado diversos análisis estadísticos y que las previsiones para 2050 reflejan lo que sucedería si no se tomaran medidas para mitigar las emisiones actuales de alto nivel.