pamplona - Engañadas, desarraigadas y explotadas sexualmente. Esas son las tres fases de la estrategia de las organizaciones de trata para mercadear con mujeres y niñas extranjeras que terminan en prostíbulos de España. Las nuevas esclavas del siglo XXI. Según los datos del Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (Citco), en 2018 se registraron 128 víctimas de trata sexual, una de ellas en Navarra. A pesar de que en su último estudio las cifras disminuían, avisan de que los casos siguen ahí pero ahora “escondidos”. La explotación sexual ha cambiado la calle por las viviendas y negocios particulares, a lo que hay que sumar Internet.

Por nacionalidades, la mayor parte de las víctimas (34) eran de Nigeria, donde las redes de trata de seres humanos gozan de la infraestructura y la penetración suficiente en la sociedad para llegar a estas mujeres. Además, por primera vez han irrumpido en los primeros puestos (desplazando a las víctimas procedentes de Rumanía) las mujeres de nacionalidad colombiana y venezolana, con 19 y 18 casos conocidos.

Según los datos del Informe Global sobre Trata de Personas de 2018 de la ONU, la explotación sexual sigue siendo el delito más frecuente, donde el 94% de las víctimas son mujeres y niñas. Por este motivo, la Asociación para la Prevención, Reinserción y Atención a la Mujer Prostituida (Apramp) trabaja para “llegar a 280 mujeres diarias, de casi 57 nacionalidades, que están siendo esclavizadas ahí al lado y nadie las está viendo”, según explica su directora Rocío Mora que asegura que España, conocida como el “prostíbulo de Europa”, es el primer país de Europa en demanda de prostitución y el tercero del mundo, de acuerdo con los datos de la ONU.

“Hay que mirar de frente al putero, hay que decirle que es cómplice de la existencia de esclavas sexuales en España”, asevera Mora que explica que “la trata se lucra de la prostitución” y culpa directamente a los demandantes de prostitución de la existencia de trata y a la sociedad de permitirlo. “La trata de seres humanos existe porque todo el mundo mira hacia otro lado”, denuncia. Desde Apramp alertan de que la mayoría de las mujeres que entrevistan “comenzaron siendo menores de edad”, algo que se debe a que la tendencia de los puteros en España es demandar “cuerpos cada vez más jóvenes, que no superen los 25 años”.

El modus operandi de las mafias se perfecciona cada día, dificultando el acceso de asociaciones y cuerpos de seguridad del Estado a las víctimas de trata y explotación sexual. Esta estrategia se divide en tres fases: captación, traslado y explotación. Las mujeres se creen endeudadas por el viaje (entre 30.000 y 60.000 euros), que debe devolver esa cantidad a sus explotadores ejerciendo la prostitución. Una madame se ocupa de vigilar todos sus movimientos. Incomunicadas y sometidas, el miedo y la angustia psicológica han hecho su aparición, de manera que la madame ya está segura de trasladar a la víctima a los prostíbulos, polígonos, parques y carreteras. Ya es rehén y esclava de la organización, pero no está oculta. Como dice el Supremo, solo basta mirar a los márgenes de nuestras carreteras.

La mayoría de las mujeres provienen de barrios pobres a las que seducen con una vida mejor. “Las mujeres están siendo cada vez más aisladas, ejercen la prostitución de manera clandestina, en pisos particulares”, añade Mora.

Para terminar con la situación, insiste en la necesidad de crear “una ley integral de lucha contra la trata”, porque, aunque se ha avanzado y ya está tipificada en el Código Penal, “hay una necesidad de posicionamiento por parte del Estado español”. “Hay que defender el derecho de las mujeres de vivir en libertad, de no ser permanentemente obligadas a mantener servicios sexuales como materia prima para dar el máximo beneficio a las mafias”, remarca Mora.

contra la regulación A quienes consideran la prostitución un trabajo y abogan por regularla, Apramp les recuerda que no lo es “porque no es una opción libre”. “Ninguna mujer nos dice que quiere seguir así, al contrario, cuando conocen a las mediadoras y a estas supervivientes que han salido de esa situación, lo que quieren es salir, que las saques”, explica Mora.

Apramp apela además al deber de la ciudadanía para terminar con la trata ya que existe un protocolo que establece el deber de informar de quien vea indicios de que una mujer puede estar obligada a ejercer la prostitución. Y es que, para Mora, el mensaje es rotundo: “la trata es un delito internacional”, o te sumas a su lucha o eres “cómplice”. - D.N.

94

La trata para explotación laboral creció de 58 a 94 en 2018. La mayoría de víctimas son hombres de entre 23 y 27 años.

1/8

En Navarra, el número de víctimas para explotación sexual fue de una y de 8 para laboral.