tafalla - El socavón del número 24 de la calle Martínez de Espronceda dejó a seis familias en la calle, seis casas que tuvieron que ser desalojadas por los daños que causó el ímpetu del Cidacos en el edificio de la céntrica calle.

La noche del 8 de julio el río se salió de su cauce y se llevó por delante la parte trasera de esta construcción, abriendo en la parte trasera -la que da al río- un agujero de grandes dimensiones. Los vecinos que vivían en su interior tuvieron que ser reubicados en lugares seguros hasta que se recuperara la normalidad. Un mes después de abandonar sus hogares todavía observan cómo el precinto de la Guardia Civil prohibe entrar en su interior y cómo el agujero que hizo el agua se mantiene.

“De momento hay pocos avances, es una situación complicada y hay que estudiar bien qué es lo que se puede hacer para reconstruir y que el edificio sea un lugar seguro. Todavía tendremos que esperar varios meses para poder entrar a vivir de nuevo en nuestra casa”, puntualiza Alberto Urdiciain, uno de los vecinos desalojados.

“De momento están estudiando el edificio, hay que buscar suelo firme, la idea es pivotar la fachada que da al río y reforzar todo con hormigón armado”, expone.

Por el momento, los técnicos no han encontrado daños estructurales importantes, lo que hará más fácil la pronta recuperación de la normalidad.

Aun así, es importante analizar las opciones puesto que el riesgo de que los edificios colindantes resulten dañados también existe. “Parece que el bloque 26 y 28 podrían haber cedido un poco”, concreta.

Urdiciain desconoce cuándo podrá volver a vivir en su casa aunque celebra que los daños hayan sido tan solo materiales y que todo lo que hay que esperar a encontrar una solución para el edificio. “El día de la riada vi cómo mi familia salía de casa para resguardarse en otro sitio, yo les dije que entraran de nuevo en el edificio porque pensé que era más seguro y minutos más tarde se abrió el socavón”, recuerda. - E. Pujol