Madrid. La medallista olímpica Blanca Fernández Ochoa se cruzó poco antes de su desaparición con un vecino de Cercedilla al que dijo que iba al Pico de La Peñota y, antes de alejarse, dio un beso a la estatua de su hermano Paquito y se santiguó.

Así lo han explicado a Efe fuentes de la investigación, que han detallado que los agentes de Homicidios contaban desde esta mañana con la información de que un vecino de Cercedilla había visto a la esquiadora pocos días después de su desaparición, si bien no han concretado la fecha exacta en la que se encontraron.

A este hombre, de unos 40 años, Blanca le aseguró que se dirigía a esa montaña, aunque no llevaba mochila, y al despedirse de él para supuestamente iniciar la ruta le dio un beso a la estatua de su hermano Francisco, que estaba cerca, y se santiguó, según las fuentes.

Esta estatua se erigió en Cercedilla en 2006 poco antes de la muerte del medallista olímpico, que en la escultura aparece con los brazos en alto celebrando un título.

El pico de La Peñota tiene una altitud de 1.945 metros y se alza en el límite provincial de Madrid y Segovia.

En la vertiente madrileña, la montaña está dentro del término municipal de Los Molinos (Madrid), en el que reside el guardia civil fuera de servicio que encontró junto a su perro el cuerpo de la mujer.

Hasta el lugar se desplazaron los expertos de la Científica y Homicidios, y la autopsia determinará las circunstancias de la muerte.

Lola Fernández Ochoa, hermana de Blanca, ayudó a los investigadores a identificar el cadáver y luego volvió al aparcamiento de Las Dehesas, donde está ubicado el puesto de mando y una carpa para los familiares.

No hizo declaraciones, pero dio las gracias a los periodistas que están en la zona, visiblemente emocionada.