San Sebastián. El valor y el número de las gafas de sol sustraídas constituyen la clave del juicio contra tres de los cinco miembros de La Manada juzgados este martes en San Sebastián, quienes han reconocido haberse llevado tres artículos de una óptica donostiarra, dos días antes de violar a una joven en los Sanfermines de Pamplona de 2016.

La cantidad y el precio de estos productos: tres gafas que rondarían los 300 euros, según la defensa, y cinco, valoradas en 865 euros en opinión de la Fiscalía, no resulta baladí porque la Ley recoge que, en caso de superar los 400 euros la sustracción constituye un delito de hurto, mientras que si es inferior a esta cantidad se trataría de un delito leve con penas menores.

Con estas claves, la Fiscalía ha mantenido este martes su petición de nueve meses de reclusión para José Ángel Prenda y Ángel Boza, y de seis para Antonio Manuel Guerrero, al aplicar a este último la atenuante de reparación del daño causado, ya que reintegró uno de los artículos sustraídos.

Por su parte, la defensa, que ejerce el letrado Agustín Martínez, ha demandado para cada uno de ellos una multa de 75 euros por un delito leve de hurto con la atenuante de reparación del daño causado porque, según ha dicho, todos ellos han compensado ya la sustracción de las gafas.

En el caso no hay acusación particular alguna, pues la propietaria de la óptica ya ha sido compensada por el seguro, que también ha desestimado personarse en la causa.

El juicio se ha iniciado con las cuestiones previas, durante las que Martínez ha pedido el archivo del procedimiento por la supuesta presentación fuera de plazo del escrito de acusación de la Fiscalía, una circunstancia que habría causado indefensión a sus defendidos: José Ángel Prenda, Ángel Boza y el exguardiacivil Antonio Manuel Guerrero, y que, según ha comentado a los periodistas, se resolverá en la sentencia que emita la jueza del caso.

Los inculpados han declarado a través de videoconferencia desde las cárceles de Puerto III, Albolote y Sevilla I, respectivamente, donde cumplen condena de quince años por la violación de una joven madrileña en Pamplona el 7 de julio de 2016.

Las declaraciones de los tres encausados han sido muy similares, ya que han coincidido al señalar que dos días antes se encontraban en San Sebastián de "turismo" y que al pasar por la citada óptica, situada en el centro de la ciudad, decidieron entrar a mirar unas gafas y, como la dependienta estaba ocupada, cada uno de ellos decidió hacerse con un artículo tras lo que abandonaron el local.

José Ángel Prenda ha explicado que decidió entrar en el establecimiento al ver un cartel con una oferta y que al no ser atendido por la dependienta cogió unas gafas las metió en un bolso y se fue del lugar.

Antonio Manuel Guerrero, por su parte, ha precisado que al ver a Prenda coger las gafas decidió hacer lo mismo y también abandonó el lugar, mientras que Boza hizo lo propio con otro artículo que metió en su riñonera cuando la empleada no miraba.

En la vista, que ha quedado vista para sentencia, ha declarado la dueña del local que ha aclarado que no denunció el robo hasta 21 días después porque, entre otros asuntos, tuvo problemas para ver las imágenes grabadas por las cámaras de seguridad, tras lo que ha entrado en un debate con la defensa sobre el número de gafas sustraídas (cinco según ella) y el precio real de los artículos.