PAMPLONA - El cambio climático es el mayor problema medioambiental que preocupa a la juventud navarra. Así lo muestran los datos de la Encuesta de la Población Joven de Navarra de 2018, que según los resultados dicha problemática preocupa al 28,8% de los encuestados. La desaparición de especies animales y vegetales (16,4%) y la contaminación atmosférica (14,9%) también generan preocupación. El agotamiento de recursos naturales es una de las problemáticas que genera inquietud en el 13,8% de los encuestados, mientras que la contaminación de los alimentos preocupa al 10,4%. Por otro lado, la huella de carbono o la contaminación acústica resultan opciones más minoritarias. El estudio concluye que “existe un fuerte consenso entre la población joven acerca de cuáles son los grandes riesgos medioambientales”.

En cuanto al consumo de productos, los navarros generalmente se ciñen por el criterio del precio, mayormente obedeciendo a razones de necesidad, sin fijarse en las características específicas del producto. De este modo, el 38,5% de la juventud se fija estrictamente en el precio y un 21,5% atiende exclusivamente a sus necesidades sin fijarse en las características o la procedencia del producto. En menor medida, la rutina de compra repara en cuestiones como si es un producto local o no (11,3%), en los certificados ecológicos que posee (7,6%), los residuos que genera el producto (7,6%), si es un producto de comercio justo (7,1%) y si posee etiquetas ecológicas (6,4%).

acciones individuales La juventud de la Comunidad Foral tiene incorporadas pequeñas acciones dentro de su rutina para promover la sostenibilidad. Según la Encuesta de la Población Joven 2018, un tercio de la juventud navarra es consciente de la necesidad de separar la basura para posteriormente facilitar su reciclaje, un 33,8% de los encuestados en concreto. Otra de las principales medidas de la juventud que evitan el aumento de la contaminación son las relacionadas con el transporte. Un 27,6% realiza sus desplazamientos a pie, bicicleta o en transporte público. Esta última acción varia notablemente dependiendo la etapa de edad.

De este modo, se observa que el grupo de los y las más jóvenes es más proclive a moverse a través de medios de transporte alternativos que el grupo de los más mayores. Supone un 31,8% en el caso de los y las jóvenes de 14-17 años, un 27,5% en el grupo de 18-24 años y un 24,9% entre los y las de 25 a 30 años. El porcentaje de uso del transporte público es mayor en los más jóvenes porque la edad legal para obtener el carné de conducir empieza a los 18 años, por lo que el grupo de los más jóvenes obviamente no podrían legalmente moverse en coche.

En cuanto al consumo de energía el 15,2% de los encuestados procura reducir el consumo de energía, mientras el 11,1% procura hacer lo propio con el agua. Por otro lado, el 8,3% intenta reducir el consumo de productos desechable que sean difíciles de reciclar y en menor medida, un 3,2% de los encuestados compra productos ecológicos y/o locales para satisfacer sus necesidades diarias.

POLÍTICA MEDIOAMBIENTAL Buena parte de la juventud considera necesario que se proporcione más información en temas medioambientales (28,8%). Le sigue un 26% que considera que se deberían ofrecer incentivos económicos a la industria, comercio y a la ciudadanía para la protección del medio ambiente. También hay un 20,3% que demanda garantizar una mejor aplicación de la legislación ambiental existente.

Las motivaciones de índole económica, como aplicar multas más severas y elevar impuestos para la protección al medioambiente, resultan menos señaladas. Según los principales colectivos analizados, las diferencias resultan mínimas, mostrando cierto consenso a la hora de señalar las medidas necesarias para la protección del medioambiente.

‘FRIDAYS FOR FUTURE’ La iniciativa juvenil y estudiantil Fridays For Future nació en agosto de 2018, cuando la joven Greta Thunberg de 15 años decidió sentarse enfrente del parlamento sueco durante los días lectivos de tres semanas para protestar contra la falta de acción ante la emergencia climática. A su vez, publicó lo que estaba haciendo en Instagram y Twitter y así, consiguió viralizar la causa y extenderlo a otros países.

Navarra también cuenta con una delegación territorial de la iniciativa que, además de organizar las protestas de los viernes, participará también -junto con otras organizaciones- en la Huelga Mundial por el Clima y en las actividades paralelas organizadas en Pamplona.