Jorge Oteiza fue el encargado de humanizar el frío y descomunal frontispicio de piedra del imponente santuario de Arantzazu. Sus 14 apóstoles, que han convertido a la basílica en todo un icono, están de aniversario. 50 años se han cumplido de la colocación de este hito artístico y arquitectónico, que ha servido de telón de fondo al documental Arantzazu, harriz herri; un trabajo que indaga en este lugar clave para la historia del pueblo vasco. Un símbolo de tradición y vanguardia. Precursor de la cultura vasca.

Nabarralde Fundazioa ha impulsado este proyecto, que mañana tendrá su puesta de largo en el auditorio de Orona Ideo de Hernani. “Durante toda su historia Arantzazu ha sido un lugar de memoria de Euskal Herria, que ha construido sus cimientos, piedra piedra, sobre el arte y la cultura, pero ante todo ha demostrado su compromiso con el país”, recalcó ayer Angel Rekalde. El director de Nabarralde desgranó los detalles del documental en un acto en el que también estuvieron presentes la alcaldesa de Oñati, Izaro Elorza, y el guardián del santuario, Juan Ignacio Larrea.

Con una duración de entre 25-30 minutos, y en versión bilingüe (euskera y castellano), la cinta viaja a la época en la que Arantzazu se transformó en un punto de referencia. “A la época en la que el arte y el euskera, la cultura al fin y al cabo, fueron el refugio del pueblo vasco”, indicó Rekalde.

Se conmemora el medio siglo de la instalación del icónico friso en la fachada del excepcional santuario de montaña que se sitúa entre Oñati y las campas de Urbia, a la sombra del cordal del Aizkorri. Un hecho que animó a Nabarralde a embarcarse en una iniciativa que ha dado a luz a un trabajo audiovisual que “pone en valor Arantzazu como lugar de memoria”. No en vano, fue en este grandioso paraje donde se celebraron algunas de las primeras reuniones de Euskaltzaindia para crear el euskera batua, “en unos años en el que el idioma y lo relacionado con la cultura vasca estaba prácticamente prohibido”, recordaron desde Nabarralde.

La Diputación Foral de Gipuzkoa, Laboral Kutxa y el Consistorio de Oñati han respaldado económicamente este proyecto, que cuenta, a su vez, con la colaboración de NOTICIAS DE GIPUZKOA. “Para el Ayuntamiento es importante recuperar la memoria y el patrimonio cultural, conservarlo y difundirlo y es, por ello, que hemos apoyado este documental”, manifestó la primera edil oñatiarra.

“UN regalo redondo” “Este vídeo es un regalo redondo para Arantzazu. Y diré más, es un regalo para toda Euskal Herria y para los euskaldunes que viven lejos de ella, porque les acercará a casa; tendrán una oportunidad excelente de disfrutar de la basílica por dentro y por fuera”, destacó Juan Ignacio Larrea, que dio las gracias por este trabajo en nombre de los franciscanos.

El guardián de la basílica, que ha participado en la grabación, se refirió a las “hermosas imágenes” que enhebran las diferentes escenas del documental, y que, según destacó, ponen el foco en “los aspectos principales de un santuario que está profundamente atrapado en el corazón de la sociedad de Euskal Herria”. “En su historia y cultura, el fuerte impulso que se le dio al euskera en 1968, su arquitectura y arte, nuestra espiritualidad?, y los esfuerzos y las luchas de este pueblo durante años”, sentenció.