pamplona - La consejera de Salud del Gobierno de Navarra, Santos Induráin, participó ayer en Madrid, en el pleno del Consejo Interterritorial, presidido por la ministra en funciones Mª Luisa Carcedo en el que, entre otras cuestiones, se analizó el consumo de los cigarrillos electrónicos para dejar de fumar, cuestión que ha generado ya alertas desde distintas instancias sanitarias internacionales sobre sus posibles consecuencias negativas para la salud, efectos aún no confirmados pero tampoco descartados.

Navarra, en espera de más información, se sumó a la posición compartida a nivel estatal de que lo que está demostrado es que no es una buena alternativa para dejar de fumar. Induráin insistió en la necesidad de combinar una actuación preventiva, de sensibilización y educación desde Atención Primaria y Salud Pública, reforzada con el uso de fármacos, que en el caso navarro son tres y financiados desde la Administración. Como es sabido, la Comunidad Foral ha sido pionera al establecer fórmulas de financiación y equidad social, camino que ha sido seguido ahora por el Estado.

En la reunión se abordaron otros asuntos como el plan del alzhéimer, en el que Navarra está alineada tanto desde las políticas de salud como desde los agentes de la sociedad civil. El impacto del brexit, los problemas con el desabastecimiento de algunos medicamentos, las medidas contra las agresiones a profesionales sanitarios o el reciente brote de listeria, que no ha afectado a la Comunidad Foral, completaron el orden del día de la reunión.

Según se puso sobre la mesa en el pleno, el pasado agosto llegó una alerta sanitaria procedente de EEUU sobre la sospecha de efectos nocivos para la salud del uso del cigarrillo electrónico. La OMS también ha intervenido y la alerta, a través del Estado, ha sido trasladada ya a todas las comunidades. Aunque los estudios no son concluyentes, no pueden asegurar que “no esté exento de riesgos” y hay un consenso a nivel autonómico de que existen otras alternativas para abandonar el tabaquismo como el programa desarrollado por el Departamento de Salud del Gobierno de Navarra desde 2017. Un programa con el que el 35% de participantes (6.139 personas en total y un coste farmacológico de 734.222 €) sigue sin fumar. “Una inversión”, “absolutamente rentable”, por el ahorro de gasto sanitario por problemas derivados de fumar y por los años de vida ganados, según valora el Gobierno foral.

Recientemente, ha sido el Ministerio de Sanidad quien ha incluido en la cartera de servicios del Sistema Nacional de Salud la subvención de la vareniclina, uno de los tres fármacos que financia la sanidad navarra. Sobre lo que no hay datos actualizados es sobre el uso de los cigarros electrónicos. El último estudio Estudes (2016) señalaba que el 14,6% de las personas jóvenes de 14 a 18 años los había utilizado, pregunta que se hará en la próxima encuesta navarra sobre juventud y salud.

En cuanto al alzhéimer, Santos Induráin destacó que se trata de un plan nacional “muy participado y con alto consenso” en el que “es clave la coordinación de servicios sanitarios y sociales”. Además, recordó que Navarra trabaja desde la estrategia de envejecimiento activo y saludable así como en la colaboración entre Atención Primaria y la red hospitalaria en el perfil de demencias dentro del programa de paciente crónico. - D.N.