pamplona - Casi sin tiempo para reponerse de la plaga de polillas del boj (Cydalima perspectalis) que, además de acabar con numerosos ejemplares de este arbusto -todavía se sigue luchando para protegerlo y mantenerlo en el ecosistema navarro- se colaron en cientos de hogares navarros, llega ahora la chinche americana del pino, que durante estos días hace de fachadas, paredes y ventanas de locales y viviendas navarras su propio lugar donde vivir, convirtiéndose en un nuevo invitado sorpresa.

A diferencia de las polillas, que provenían del este de Asia, estas chinches que ahora irrumpen en las zonas urbanas de la Comunidad Foral llegan de la costa oeste de Norteamérica, desde donde se comenzaron a extender hacia la costa este, Canadá y México.

La llegada a Europa, que se cree que se hizo vía marítima debido al incremento del comercio exterior, está fechada en 1999 en el norte de Italia. Desde ahí, la chinche se extendió por el centro de Europa, y su primera aparición en el Estado fue en Barcelona hace ya 15 años.

Desde la ciudad condal el insecto ha ido ampliando su hábitat a las demás comunidades, siendo en las zonas de pinares con pino piñonero su lugar favorito. Sin embargo esta no es la única especie a la que afecta, aunque hay un gran desconocimiento sobre los daños concretos que ocasiona. De momento, en la ciudadanía navarra su principal afección es la molestia de su presencia, aunque no sea peligrosa. - J.V.C.