PAMPLONA - Los dos casos más flagrantes que controla la Policía Foral corresponden a dos infractores multirreincidentes con el permiso de conducción retirado hasta el año 2031, uno de los cuales llegó a ingresar en prisión por su reiteración delictiva. Los agentes del Cuerpo autonómico también tienen en sus bases de datos a otras dos personas con el carné retirado hasta 2028; una hasta 2027; otra hasta 2026; y cinco personas más hasta 2024.

Cuando un conductor es interceptado por una patrulla policial con el permiso retirado por la pérdida total de puntos, por condena judicial o por no haber obtenido nunca el permiso de conducir se procede a realizar diligencias para la imputación de un supuesto delito contra la seguridad vial, excepto en el caso que sea una medida cautelar que sería un delito de desobediencia o una pérdida de vigencia por razones psicofísicas en la que solo se confecciona una denuncia administrativa, explican desde el Cuerpo autonómico.

En los casos que se aprecia la comisión de un delito contra la seguridad del tráfico, los conductores quedan en libertad con una citación que confirma hora y lugar para celebración de juicio rápido, que muchas veces se evita llegando a un acuerdo con la Fiscalía. “Los procedimientos se suelen resolver con la imposición de una multa y, a excepción de que se reitere el conductor en la negativa a no conducir o por acciones muy graves, no se suele ir a prisión por estos hechos”, apuntan desde el Grupo de Delincuencia del Automóvil de la Policía Foral.

Sin embargo, según advierten desde esta unidad especializada, los infractores multirreincidentes pueden llegar a entrar a prisión como “ya ocurrió con una de las personas que tiene retirado el permiso hasta 2031 que fue interceptado por nuestras patrullas en menos de un mes hasta en seis ocasiones conduciendo vehículos”. Es el caso más llamativo de entre todos los automovilistas que controla la Policía Foral.