El mes de febrero estaba previsto lleno de emociones para María Valverde de la Flor y Noelia Traid Muñoz, dos jóvenes enfermeras que empacaron sus mochilas para poner rumbo al sudeste asiático donde les esperaban mil y una aventuras. Lo que estas dos zaragozanas no sabían era que no todas las sorpresas iban a ser gratas. El pasado 10 de febrero las dos chicas de 22 años se vieron envueltas en una odisea que parecía tener difícil solución al sufrir un accidente de moto en la ciudad vietnamita de Da Lat, capital de la provincia de Lam Dong, en el que Noelia salió muy mal parada.

Con la cadera rota y otros tantos cortes y heridas abiertas como consecuencia del siniestro, Noelia y su amiga María tuvieron que iniciar por su propio pie, ya que ni siquiera pudieron llamar a una ambulancia, una peregrinación de hospital en hospital en busca de la atención médica que requerían con urgencia. En primer lugar, las jóvenes acudieron a pedir ayuda al Cho Ray Hospital -el hospital general más grande de la ciudad de Ho Chi Minh, en Vietnam- donde recibieron su primera negativa ya que rechazaron la posibilidad de operar a Noelia de su complicada fractura de cadera.

Desde la desesperación, María, a través de las redes sociales, denunció la situación de desamparo que sufrían, tanto por parte del sistema de sanidad vietnamita, como por parte de la embajada española en Hanói y de su compañía aseguradora. Tras la primera petición de socorro que resulto fallida, aconsejadas por Mapfre, las dos zaragozanas se vieron obligadas a cambiar de centro médico, asumiendo de nuevo los costes del traslado y demás gastos que fueron surgiendo por la complicada situación de ambas. Una vez en Hoan Mu -otro hospital de la misma ciudad vietnamita- las amigas se encontraron con otro obstáculo en el camino: allá tampoco accedieron a atenderlas. Así, se vieron obligadas a volver al hospital de Ho Chi Minh donde finalmente, y ante la gravedad de la situación, operaron a Noelia sin tener ninguna garantía médica y sin el consentimiento expreso de la perjudicada.

la ayuda de un médico navarro El pasado viernes, 15 de febrero, tras pasar cinco días infernales, el caso de estas dos jóvenes -que logró una gran difusión a través de las redes sociales- llegó a oídos del médico navarro Sergio Arellano, especialista en medicina de urgencia asentado en Ho Chi Minh, que se ofreció para ayudar a las dos jóvenes en la medida en la que le fuera posible.

Tras "más de cuatro horas de papeleo entre la embajada y el hospital", según relató Arellano a este periódico, logró conseguir un permiso para visitar a las zaragozanas en el hospital de Ho Chi Minh, donde pusieron "muchas pegas" ante la posibilidad del traslado de Noelia a la Family Medical Practice, la cínica situada en la misma ciudad que regenta el médico de Dicastillo. Arellano afirmó que al encontrarse por primera vez con las chicas las vio "muy enteras", especialmente dada la situación en la que se encontraban, pero también aseguró que la situación médica de Noelia era "muy mala" ya que tenía la cadera "completamente destrozada". Una vez trasladadas a la clínica privada, las jóvenes "se desmoronaron. Al final encontraron tranquilidad, cariño, atención y a gente que las entendía, algo que hasta el momento no habían tenido y que echaban en falta. También se juntó con que la madre de Noelia llegaba al día siguiente, algo que la ayudó mucho", explicó el médico navarro.

"Puede perder la pierna" Allá, los médicos se pusieron manos a la obra para dar con la mejor solución para Noelia. Desde el principio Arellano descartó la posibilidad de trasladar a la joven en un vuelo directo a España "porque perdería la pierna seguro". Como alternativa, el equipo del Family Medical Practice decidió que la mejor opción era derivar a las chicas al hospital Samitivej Hospital de Bangkok, donde ya habían trasladado a diversos pacientes "en situaciones similares a la de Noelia e incluso peores en las que el paciente estaba intubado o en muerte cerebral" y en las que la atención prestada fue "impecable". Entonces, el problema adquirió una perspectiva económica y es que, una vez más, las enfermeras de Zaragoza no estaban preparadas para lo que se les venía encima. Tal y como explicó María a través de las redes sociales y recordó el propio Arellano, para el traslado a la capital de Tailandia era necesario el servicio de un jet privado medicalizado que garantizara la estabilidad de la delicada situación de Noelia, cuya tarifa, que ascendía a 25.000 euros, tendrían que costear las familias de las chicas, ya que la aseguradora tampoco se hizo cargo. "Era casi la noche del viernes y que la trasferencia del dinero llegara a tiempo iba a ser muy complicado, así que entre mi jefe y yo decidimos adelantar el dinero de nuestro bolsillo, porque no teníamos otra opción si queríamos salvar a Noelia", manifestó el navarro. Por su parte, María ha lanzado un crowdfunding (www.leetchi.com/c/ayuda-operacion-noelia) para poder hacer frente a los gastos, que ayer por la noche ya superaba los 29.000 euros.

El lunes, 17 de febrero, médicos y enfermeras tailandesas operaron a Noelia en el Samitivej Hospital donde la joven evoluciona favorablemente, aunque este solo sea el primer paso de una tortuosa recuperación. "La operación ha sido un éxito y, sin duda, es una buena noticia. Pero hay que tener presente que aparecerán múltiples complicaciones en el camino, porque la operación ha tardado mucho en llegar. Noelia -que no será repatriada hasta dentro de unas cinco semanas- tendrá que enfrentarse a más operaciones y a una rehabilitación complicada", concluyó Arellano.