Levantaron la voz a hurtadillas, como si molestaran, o como si por hablar les fueran a asestar de nuevo un reglazo en la mano o con la txaska de Maristas en el cogote. Ocurrió hace un año cuando José Luis Pérez, por entonces Guillermo, apareció por primera vez en público hablando de los abusos sexuales que sufrió en el colegio de los Padres Reparadores de Puente la Reina, mismo calvario por el que transitó su hermano ya fallecido y que le dejó una carta demoledora del sufrimiento de aquellos niños. A ellos, abusados por el padre Senosiáin a finales de los 70, les siguieron los testimonios de otros compañeros que en la década siguiente sufrieron las mismas perrerías del hermano Basilio García, otro que compartía lugar de fechorías que el anterior, en la enfermería. A partir de que José Luis abrió la caja de los truenos, este periódico ha recopilado en casi un año una treintena de testimonios de denuncia de niños y niñas que entre 1958 y 1983 sufrieron alguna conducta pedófila en al menos otros siete colegios religiosos más. Uno de los casos más tremendos -por su continuidad en el tiempo y su conducta notoriamente agresora- fue el del fundador y primer director del colegio El Puy de Estella, José San Julián Luna. Acumula hasta ahora siete denuncias judiciales. Y habrá más pese a haber fallecido hace dos décadas. Las víctimas tienen claro que no pueden callar más. La unión les hace fuertes y, a su vez, les hace importantes en las estadísticas. Los colegios señalados en el trabajo periodístico en el que este periódico se embarcó hace un año señalan, además de a los centros citados, a los Jesuitas de Pamplona y Tudela, al colegio Maristas de Santa María la Real y a San Luis, al colegio Salesianos y al femenino de Ursulinas. Los niños y niñas abusados se han hecho fuertes en torno a una asociación que ha protagonizado sesiones del Parlamento, concentraciones ante el Arzobispado y jornadas académicas tratando de exponer su disposición a encontrar el camino para acabar con esta lacra. La diócesis de Pamplona, y por ende su máximo representante, les han dado la espalda al diálogo público y al reconocimiento, perdón, verdad, reparación y justicia. Si bien saben que el camino recorrido no ha estado exento de obstáculos, las víctimas saben que lo que queda es todavía un largo maratón para buscar Justicia. Se les ha oído por fin. Han hablado claro. Ahora toca derribar el muro.

27 FEBRERO DE 2019 -PRIMER TESTIMONIO-

28 de marzo -colegio el puy de estella-

dos denuncias en los padres reparadores

YA SON 28 DENUNCIAS EN 8 COLEGIOS

TRES HERMANOS MARISTAS, SEÑALADOS