yer tocó volver a madrugar para muchos navarros que se reincorporaron a sus puestos de trabajo de forma presencial tras haber retomado el pasado lunes parte de la actividad económica, en la Comunidad Foral esencialmente en la construcción y en el sector de la industria.

A pesar de que el Ministerio de Sanidad haya recomendado en primer lugar el teletrabajo y en segundo lugar que todos aquellos que tengan la capacidad de desplazarse a su trabajo en vehículo particular, en moto, bicicleta o andando, lo hagan así, evitando los traslados en transporte público, hay quienes encuentran muchas dificultades para mantener la distancia de seguridad. Por ello, un total de 299 efectivos entre Policía Nacional, Guardia Civil, Policía Foral, policías locales y municipales y voluntarios de Protección Civil comenzaron ayer a repartir en 80 puntos de Navarra las 146.000 mascarillas enviadas por el Gobierno de central a la Comunidad Foral.

Dichas mascarillas, adquiridas y gestionadas por el Gobierno central y que se seguirán repartiendo a lo largo del día de hoy, se están distribuyendo entre todas aquellas personas que pueden encontrarse con aglomeraciones que les impidan mantener la distancia de seguridad, fundamentalmente, usuarios y usuarias de los servicios de transporte público. En el caso de Pamplona, el reparto se realizó ayer en los principales nodos de transporte, en puntos de la red de transporte urbano con mayor presencia de viajeros, en la estación de autobuses, la estación de tren, en las inmediaciones de los hospitales, y en accesos a mercados, hipermercados o centros de salud. Asimismo, los agentes de las distintas policías y los voluntarios de Protección Civil las repartieron también entre trabajadores del sector primario y de la construcción y en polígonos industriales y mercados de abastos.

Así, una pareja de agentes de la Policía Nacional esperaba ayer desde las 6.30 horas en la puerta de la estación de autobuses de la capital navarra para abastecer de mascarillas a todas aquellas personas que las necesitasen. "Principalmente son para las personas que usen el transporte público, pero se las ofrecemos a todo el mundo e incluso hemos dado más de una por persona, porque muchos nos piden también para sus familiares", admitieron. Tanto a la salida de la estación como dentro de los propios autobuses, los agentes ofrecieron mascarillas sin discriminar, aunque apuntaron que no todas las personas las aceptaron: "Hay gente que no las coge porque se las facilitan en el trabajo y prefieren que sean destinadas a personas que puedan necesitarlas más y que no hayan tenido cómo hacerse con ellas antes. También hay algunos, aunque son la excepción, que no las aceptan porque no van a hacer uso de ellas ya que no se llegan a creer la magnitud de la situación que estamos atravesando, que creen que no es para tanto", explican.

Este es el caso de un señor mayor que, cuando otro agente de la Policía Nacional -este situado en el paso de cebra que está frente autobuses para ofrecer mascarillas a aquellos conductores que estén parados en el semáforo- le tendió una mano para facilitarle la mascarilla, este la rechazó de primeras poniendo en duda su efectividad. Aún así, después de conversar con el agente, el hombre accedió a cogerla y es que, aunque su uso no sea obligatorio, sí es recomendable según señaló la Delegación del Gobierno en Navarra en una nota.

Quien tampoco aceptó la mascarilla que los voluntarios de Protección Civil situados en la Avenida Conde Oliveto le ofrecieron fue Unai Arrieta Amador, de 34 años, que todos los días coge la villavesa para ir a trabajar como sanitario a Burlada, y es que Arrieta, poco antes de que se decretara el estado de alarma hace cuatro semanas, se hizo con varias mascarillas con el objetivo de ponérselas cuando usara productos de limpieza agresivos. "No pensé que fuera a usarlas tanto, pero ahora les estoy sacando rentabilidad. Yo me apañaré con las que compré en su día, prefiero que se las ofrezcan a quien no tiene sabiendo la escasez que ha habido", explicó Arrieta, quien valoró de forma positiva la iniciativa del Gobierno de hacer este reparto "ya que si todos las llevamos minimizamos la posibilidad de contagio, algo crucial en este momento".

Acostumbrada a utilizar un equipo de protección completo durante su jornada laboral en la Casa de Misericordia de Pamplona, Reme Delgado Bermejo, de 52 años, recibió ayer por primera vez una mascarilla para utilizar en la calle cuando se bajó de la villavesa como cada día a las 8.00 horas en la Plaza Príncipe de Viana y una agente de la Policía Municipal de Pamplona se la ofreció. "La verdad es que es incomoda de usar, pero es lo que hay que hacer y yo me la pondré siempre. Aunque esto no es nada: ahora cuando entre al trabajo me tengo que poner el traje, las gafas y el gorro. Como si fuera a la luna", bromeó Delgado.

También a las 8.00 horas Carmen Urrutia Jiménez, de 66 años, salió de casa para sacar a su perro Homer a la Vuelta del Castillo, actividad que realiza una sola vez al día ya que por la tarde lo saca y pasean por la terraza. Urrutia, que vive con su madre de 94 años en la misma casa, extrema todas las precauciones para minimizar el riesgo de contagio y ayer se vio muy agradecida de disponer "por fin" de una mascarilla. "Como salgo muy temprano estoy tranquila porque apenas veo a gente y puedo mantener las distancias, pero cuando he ido al supermercado sí que he pasado miedo. Al menos ahora tengo otra seguridad", admitió. Además de protegerse a si misma, Urrutia protege también a Homer que pasea con un pequeño bozal que a su vez le hace de mascarilla: "No lo lleva porque vaya a morder a nadie, es un perro muy bueno. Se lo pongo para que no chupe a nadie porque nunca se sabe y a él también lo tengo que cuidar como puedo", explicó.

¿Cómo ponerse la mascarilla? Las mascarillas higiénicas han de ser colocadas con la parte azul para afuera y con la banda metálica sobre la nariz.

Evitar transporte público. Sanidad aconseja evitar el transporte público y realizar los desplazamientos en vehículo particular, a pie, en bicicleta o en moto. El lavado de manos, la correcta higiene de los espacios públicos y la distancia de al menos un metro entre las personas son fundamentales.

"Si todos llevamos mascarillas reducimos los contagios, algo crucial en este momento"

"La verdad es que es incomoda, pero es lo que hay que hacer y yo me la pondré siempre"

"Cuando he ido al supermercado he pasado miedo. Ahora tengo más seguridad"