La primera paciente en ser diagnosticada como COVID-19 en Navarra ha recibido el alta hospitalaria este pasado jueves y se encuentra actualmente terminando su recuperación en su domicilio.

Desde su hogar en un barrio obrero de Pamplona, esta mujer de 39 años ha manifestado encontrarse "mejor y más fuerte", si bien, debido a la gravedad de la enfermedad padecida, todavía se encuentra "algo cansada" y en el proceso de recobrar la plenitud de su condición física.

La paciente, que ha preferido mantenerse en el anonimato, ha querido en cualquier caso subrayar el trato "muy bueno" por parte de los profesionales sanitarios que la han atendido a lo largo de su ingreso en el Complejo Hospitalario de Navarra. "Todos han sido muy agradables conmigo", ha señalado. Ha recordado cómo, en el momento de darle el alta, al salir de la planta entre los aplausos de los profesionales, quiso agradecer esa amabilidad cantando para ellos, actividad que le apasiona y que "ha echado mucho de menos durante el ingreso", ha destacado a través de un comunicado del Gobierno foral.

La paciente, de fuertes convicciones religiosas, ha definido su curación como "un milagro", y ha recomendado al resto de las personas que puedan padecer la enfermedad "que recen, que crean en Dios, y que crean también en los médicos, porque ellos tratan y curan". Ha reiterado su agradecimiento a los médicos, a quienes espera que "Dios les dé inspiración para salvar más vidas".

De origen inmigrante, aunque afincada en la capital navarra desde hace diez años, donde dice sentirse "muy integrada" y contar con una amplia red de amistades. No ha parado de recibir felicitaciones y muestras telefónicas de apoyo desde que regresó a su casa después de 55 días de estancia hospitalaria, 47 de ellos en la Unidad de Cuidados Intensivos del CHN y ocho más en planta de hospitalización.

Casada y con dos hijos, manifiesta que lo peor del proceso ha sido permanecer alejada de su familia, a quien dice "haber extrañado mucho durante todo el tiempo pasado en el hospital". Para el resto de su familia ha sido también "muy duro" tener que permanecer alejados todo este tiempo, "especialmente para el cuidado de los niños". Cabe recordar que su marido también fue diagnosticado de coronavirus y permaneció ingresado en planta de hospitalización del CHN, si bien su estado fue estable durante su ingreso.

La mujer acudió al servicio de Urgencias Generales del Complejo Hospitalario de Navarra en la tarde del 28 de febrero y ese mismo día fue ingresada en la UCI de este centro. Allí ha permanecido durante 47 días, hasta que, tras un prolongado proceso de mejoría, su estado permitió el traslado a una planta de hospitalización el 15 de abril. La larga duración de su proceso ha permitido incluso que la paciente recibiera el alta epidemiológica, es decir, que tuviera PCR negativa para coronavirus, incluso mientras estaba ingresada en la unidad de intensivos, si bien la gravedad de su estado hizo necesario mantener la estancia en la UCI durante más tiempo.