- ¿Cuáles son las fortalezas que ha presentado Navarra para defender su pase a la fase 1?

-Las principales fortalezas de Navarra en relación con la pandemia que hemos vivido y seguimos viviendo, porque a veces da la impresión de que hablamos de algo ya pasado y no es así, son dos. La más potente es la capacidad del sistema sanitario en dos indicadores clave: las camas UCI y las camas de agudos. La segunda fortaleza es que, habiendo comenzado pronto y con un número de casos muy importante (Navarra es una de las comunidades con mayor tasa de incidencia del virus), entre todos hemos conseguido que la situación sea la que es actualmente, una situación muy controlada. No sólo debemos aplaudir y agradecer el esfuerzo de los profesionales de Osasunbidea sino que también habrá que darles el merecido descanso y recompensarles de algún modo.

Navarra es una de las cuatro comunidades donde se superan los dos casos diarios por cada 100.000 habitantes. Sin embargo, este indicador no le ha impedido pasar a la fase 1.

-El proceso no ha sido tanto cuantitativo, que en algún caso sí, sino cualitativo, de valoración global y de discusión. Ese dato lo hemos hablado con el Ministerio y tiene su explicación. Si haces muchos test, y en Navarra se han hecho muchos en los últimos días, identificas más casos. Si se observan las gráficas de los números de test realizados, PCR pero sobre test rápidos, Navarra registra una subida impresionante con respecto a otras autonomías. Los datos hay que analizarlos en contexto y es una discusión más cualitativa.

¿Qué cuestiones debe trabajar Navarra de cara a futuras fases?

-En esta fase de transición hay dos cuestiones fundamentales. La primera es el sistema de identificación y seguimiento de los contactos de los casos positivos lo más fino posible, hasta el final. A partir del lunes va a comenzar el estudio de contactos. Se va a crear un callcenter de enfermeras entrenadas para hacer el seguimiento de los contactos, una actuación clave para diagnosticar precozmente y controlar la situación de la enfermedad. La segunda cuestión pasa por mejorar nuestro sistema de información. Un sistema de información y monitorización de lo que está pasando en tiempo real, con predicciones que nos anticipen la situación. En esto va a incluir un sistema de alarma potente que nos pueda aportar inteligencia para la toma de decisiones y que nos pueda detectar dónde se está infectando la gente. En qué municipio, en qué zona básica, en el medio laboral, en la calle, en el transporte... y de esta forma poder adoptar las medidas más oportunas.

Navarra solicitó pasar a la fase 1 de forma global, sin embargo, ¿podría darse el caso que en las próximas fases se solicite avanzar más rápido en unas zonas que en otras?

-Hay que tener en cuenta la realidad concreta del territorio, del municipio, de la zona básica de salud e intentar adecuarnos a la situación epidemiológica y a la situación económica, social y cultural de cada zona. Se podrán plantear propuestas con el aval de los ayuntamientos y las entidades locales, y con el mayor consenso posible, pero creo que será más fácil que retrasemos alguna actividad en alguna zona concreta de Navarra que pasemos de la fase 1 a la 3. No se trata de correr y luego que tengamos que retroceder, con el impacto que eso tiene en las personas y en la economía. No debemos dar por supuesto que vamos a pasar a las siguientes fases, debemos ser prudentes y tener claro que esto dependerá de la evolución de la pandemia en Navarra. Las decisiones las tomaremos con absoluta prudencia para no tirar por la borda lo conseguido en este tiempo.

Navarra ha sido una de las comunidades más afectadas en términos relativos y con una de las mayores tasas de mortalidad, ¿cuál es la foto de la pandemia a día de hoy?

-La foto la damos todos los días con los datos actualizados y que están al alcance de todo el mundo. Estamos en una situación muy razonable, mantenida en el tiempo, pero esto puede cambiar. Estamos a la espera de ver cómo afectan las medidas de flexibilización que se han aplicado las últimas semanas.

Mañana se cumplen dos semanas desde que comenzaron a salir los niños a la calle, ¿han observado algún rebrote en la cifra de casos?

-A día de hoy no hemos observado un cambio significativo como para poderlo interpretar en clave de que eso ha sido así por las medidas de apertura. Pero esta semana ha sido nueva, con los paseos y el deporte, y todos hemos visto comportamientos que nos han asustado un poco y hay que ver si hay impacto. Tenemos que insistir en la responsabilidad social. Lo que pase en esta fase de transición dependerá de lo que hagamos como sociedad. No está escrito que vayamos a pasar de la fase 1 a la 2, y luego a la 3... y que vayamos a afrontar el verano con unos resultados fenomenales. La evolución va a depender de la actuación de cada persona. A nosotros nos toca tener un sistema de monotorización y de alerta temprana lo más adecuado posible, pero esto es un reto individual y colectivo. Cada uno de nosotros debemos ser responsables y solidarios, y aplicar el sentido común. Queremos transmitir un mensaje de prudencia, nos alegramos de poder ver la recuperación de la vida, pero hay que hacerlo con cabeza: manteniendo la distancia, con las medidas higiénicas, utilizando la mascarilla (y utilizarla bien) no sólo en el transporte público sino también en los lugares donde hay interacción con otras personas. Entendemos que las políticas tienen que estar basadas en la confianza en la sociedad y no nos cansamos de repetir que la sociedad navarra nos ha dado una lección de ciudadanía en el confinamiento. Pero de cómo nos comportemos como individuos y como sociedad va a depender si seguimos avanzando.

En Navarra la falta de material de protección hizo que muchos profesionales sanitarios se contagiaran. ¿Está el sistema sanitario preparado para afrontar un posible rebrote de la epidemia con las garantías de protección necesarias?

-Estamos mucho mejor de lo que hemos estado porque hubo unos días tremendos. A raíz del decreto de alarma, se rompieron los mercados, hubo incautaciones y no había forma de proveerse. A comienzos de año, Salud hizo una previsión de un acopio importante del material de protección pero ese material se iba a chorro en los días en los que se declaró la alarma social. El consumo de estos materiales fue impresionante. Y lo malo fue que al tiempo en que veíamos gente paseando con mascarillas FPP2 por la calle nosotros teníamos escasez de materiales para dotar a los profesionales que estaban en primera línea. Fueron días tremendos y es cierto que no hubo suficiente material para proteger a nuestros profesionales como se merecen. Ahora bien hay que decir que Navarra en ningún momento se quedó con stock cero sin una mascarilla para poder utilizar en los sitios más prioritarios como son las UCI, las plantas UVI y las urgencias. Desde Navarra compramos y seguimos comprando todo lo que se puede, pero el mercado da lo que da. La producción grande está en otros países y existen dificultades para aprovisionarse de este material crítico. El personal del SNS-O está gestionado lo que se puede y firmando a acuerdos de fidelización con proveedores, pero es imposible comprar todo lo que se quiere.

Salud ha recibido muchas críticas en relación con los test, les acusan de no hacer todos los que dicen que están haciendo. ¿Qué les diría?

-Esta pandemia hay que gestionarla en el día a día porque la situación y las realidades van cambiando y nos tenemos que ir adaptando. Al principio era imposible testar a todo el mundo. En primer lugar porque los profesionales estaban inmersos en la identificación de cualquier sintomatología y en la atención de los pacientes, con una sobrecarga tremenda en Atención Primaria, en las urgencias y en las UCI. Pero es que además no había reactivos, escaseaban en todos los sitios de España y del mundo. Es importante que la gente sepa que el PCR se hace en un laboratorio de microbiología clínica. Es un análisis complicado, que exige medidas de bioseguridad y conocimiento de los profesionales. En un primer momento priorizamos los test que teníamos en las necesidades de dos colectivos, el sanitario y el sociosanitario. A los colectivos de profesionales esenciales lo que se ha hecho son test rápidos (anticuerpos) y en el caso de que salgan positivos o dudosos se hace sistemáticamente la PCR. En la situación actual, ahora que tenemos capacidades teóricas, que se ampliaron con la capacitación tanto a Navarrabiomed como a Cima, ¿por qué no se están haciendo más test pudiendo hacerlos? Porque desde que se toma una decisión hasta que se implementa y llega hasta los lugares más periféricos del sistema sanitario, lleva su tiempo. Pero en los próximos días podremos ir observando el número de PCR que se hagan. Ahora bien me gustaría decir que no hay que hacer por hacer. Esto tiene un coste económico. Hasta ahora no hemos mirado porque estamos usando los recursos necesarios para combatir la pandemia pero no hay que despilfarrar. ¿Estamos de acuerdo en que hay que hacer más PCR en Navarra? Sí porque así lo están haciendo en los países que mejor están gestionando la epidemia. Pero ahora que podemos hacer más test debemos decidir a quién hay se los hacemos y para qué.

De momento se garantiza una PCR a todos los pacientes que presentan sintomatología respiratoria...

-Sí pero además hoy (por ayer) hemos decidido que vamos a hacer test PCR no sólo a las personas que presenten sintomatología respiratoria sino también a todos sus contactos estrechos. Las enfermeras les llamarán, confirmarán si son contactos estrechos de la persona que ha dado positivo, se les indicará aislamiento y el día que proceda, más o menos siete días después del eventual contagio, se les realizará una PCR. En la actualidad estamos haciendo un máximo de 1.200-1-300 test al día y la capacidad, incluso sólo contando lo público, es mucho mayor. Con la aplicación del estudio de contactos en los próximos días vamos a observar un incremento en el número de PCR realizadas.

Las residencias de mayores han sido las grandes afectadas por esta pandemia con un 22% de los residentes contagiados y un 6,5% fallecidos (239 confirmados y 171 posibles). ¿Qué medidas van a implantar para que no se repita?

-Es sin duda un sector prioritario y tenemos claro que son unos espacios, como ocurre con los sanitarios, que tenemos que blindar para minimizar y prevenir en lo posible que no vuelva a suceder lo ocurrido. Hasta ahora se han hecho test rápidos a todos los profesionales sociosanitarios y a todas las personas residentes en los centros de mayores. Además, a los residentes con sintomatología se les ha realizado también una PCR. Por otra parte, para darles de alta en el aislamiento, antes de reintegrarles en las residencias, se les vuelve a hacer sistemáticamente PCR. Y a partir de ahora se van a hacer PCR con más frecuencia a estos dos colectivos: profesionales sociosanitarios y residentes. Por otra parte, en lo que hace referencia a la atención sanitaria, se nombró un coordinador ejecutivo de la atención sanitaria y un equipo de profesionales sanitarios que son responsables de cada una de las residencias de Navarra.

"No sólo debemos aplaudir a los profesionales del SNS-O sino que les tendremos que recompensar de algún modo"

"Vamos a aplicar un sistema de monitorización con un sistema de alarma que detecte dónde se está contagiando la gente"

"Será más fácil que retrasemos actividades en alguna zona concreta de Navarra que se solicite pasar de la fase 1 a la 3"

"Estamos de acuerdo en que hay que hacer más PCR y tenemos capacidad, pero hay que decidir a quién y para qué"

"No sólo vamos a hacer PCR a todas las persona con síntomas sino también a sus contactos estrechos"

"Se van a hacer PCR con más frecuencia en las residencias, espacios que hay que blindar para que minimizar y prevenir"