La sociedad pública NILSA (Navarra de Infraestructuras Locales S.A.) destinará más de 8,5 millones de euros a la construcción de cuatro nuevas depuradoras en pequeñas localidades que hasta ahora no contaban con este tipo de infraestructuras y la renovación de otras siete instalaciones.

Se trata de proyectos iniciados en el primer semestre de 2020, que se financian a través del canon de saneamiento que gestiona NILSA, que en 2019 se situó en 30,8 millones, informa el Gobierno Foral.

Los detalles de estas inversiones han sido expuestos en rueda de prensa por el director general de Administración Local y Despoblación, Jesús Mª Rodríguez, y el director-gerente de NILSA, Fernando Mendoza.

En concreto, son tres las líneas de actuación: construcción de nuevas depuradoras, mantenimiento y mejora de las actuales y acciones de eficiencia e innovación.

Con estos proyectos, considerados como un "valioso instrumento" por Rodríguez, se busca "contribuir a la reactivación económica y hacerlo mejorando los servicios públicos que recibe la ciudadanía", al tiempo que se apuesta "un desarrollo territorial más sostenible colaborando con las entidades locales para que todos nuestros municipios, sean ciudades o pequeños pueblos, puedan avanzar conjuntamente".

En línea con los objetivos recogidos en el plan director del Ciclo Integral de Agua de Abastecimiento Urbano 2019-2030, que establece que en 2024 todas las poblaciones de más de 100 habitantes han de contar con un sistema de depuración biológica, NILSA promueve construcciones en varias localidades.

En Cabredo, las obras finalizarán en junio, con un coste de 265.000 euros y en Villanueva de Aezkoa se prevé finalizar la obra en otoño, con una inversión de 200.000 euros.

En fase inicial se encuentran los proyectos de Ujué / Uxue, con un presupuesto superior a los 920.000 euros; y Meoz, que tendrá un presupuesto de 180.000 euros. Asimismo, se destinan más de 130.000 euros para conectar el barrio de Zigaurre a la depuradora ya existente en Baztan.

En cuanto al mantenimiento y mejora de las actuales estaciones depuradoras, se prevé la renovación total de la depuradora de Olazti / Olazagutía, construida en 1991, para la que se han presupuestado 2 millones, y la de Fitero, que data de 1993, y requerirá una inversión de 1.860.000 euros.

Asimismo se plantean mejoras en las instalaciones de Valtierra (500.000 euros); Estella/Lizarra (940.000 euros); Cintruénigo (415.000 euros) y Bajo Ega (130.000 euros), que atiende a las poblaciones de Andosilla, Cárcar y San Adrián.

Por otra parte, dentro de las actuaciones que buscan potenciar la eficiencia e innovación en las estaciones depuradoras existentes, se incluye la instalación de paneles fotovoltaicos para potenciar la energía renovable, disminuir las emisiones de CO2 a la atmósfera y reducir la factura eléctrica.

Al respecto, apuntan que esta implantación no es posible en todas las instalaciones, ya que en algunas lo desaconseja la climatología, pero el objetivo es extender al máximo esta práctica.

En 2019 se puso en marcha un proyecto piloto en la planta de Beire-Pitillas y tras obtener unos satisfactorios resultados, se está extendiendo la instalación de placas solares a otras depuradoras, con una inversión cercana a los 900.000 euros.

En la actualidad, Navarra cuenta con 159 depuradoras y 568 instalaciones primarias construidas que dan servicio al 98 % de la población.

Desde la creación de NILSA, se han invertido 313 millones la construcción de instalaciones y 232 millones en la operación y mantenimiento de las mismas. La sociedad pública ha recaudado 520 millones a través del canon de saneamiento, de los cuales el 72 % procede de los hogares y el 28 % restante de la actividad industrial.